En Extremadura hemos vivido una época dorada en cuanto a los apoyos a la cultura y una inercia negativa hacia el deporte de élite, lo cual es contradictorio. Inmerso en un proyecto como es el Cáceres 2016 Basket, el fin último es la difusión nacional de nuestra candidatura a la capitalidad cultural y no veo la diferencia entre deporte y cultura como para considerar el primero como un apestado cuando de alto nivel hablamos. Yo soy entrenador profesional de baloncesto y estoy deseando poder entrar en el Centro de Artes Visuales y visitar la colección de Helga de Alvear. ¿Son tan diferentes los públicos de los museos y los de los pabellones deportivos? Cada vez menos y según avanzan las generaciones menos aún.

Este verano ha dado señales que invitan al optimismo, la creación de una Consejería de los Jóvenes y del Deporte y el acuerdo de la Junta con la Selección Española de Baloncesto para que venga a preparar Pekín 2008 a nuestras ciudades.

Grandes bancos quieren a Gasol como imagen corporativa, la Bomba Navarro anuncia superficies comerciales, Calderón es nuestra Marca Extremadura pero lo que hemos escuchado desde hace años es que se apoya el deporte de base (omitiéndose qué se piensa del de élite). Si queremos que el próximo Calderón no se marche a los 13 años a formarse a Vitoria creo que es muy importante la valía de los clubes de alto nivel, no perderlos, reforzarlos.

Dijo el día 7 nuestro presidente Fernández-Vara que es misión de los jóvenes defender la identidad extremeña. Participar de un hecho colectivo es lo que te permite ser del equipo de tu pueblo y que éste sea importante en el concierto nacional.

El valor esencial del deporte, del deporte de élite, es dar una referencia de identificación a una sociedad. Poder sentirte tan partícipe de un hecho colectivo, de un éxito común, es un valor añadido al que hemos de ser sensibles.

El deporte es un hecho cultural.

Deporte es cultura, cultura es Cáceres 2016.

Manuel Hurtado **

Cáceres