XLxa Constitución europea que se nos presenta para ser sometida a ratificación por los estados, firmada solemnemente el pasado día 29 de octubre de 2004 en Roma por los jefes de Estado y de Gobierno de los 25 países que constituyen la Unión Europea, supone la culminación de un gran esfuerzo colectivo de los ciudadanos europeos y una decidida voluntad de constituir una Europa más unida, en torno a una norma fundamental que afecta a 25 países y a 450 millones de personas, convirtiendo a Europa en un espacio constitucional que la consolida como un gran proyecto de unión.

La Carta de Derechos Fundamentales proclamada por los jefes de Estado y de Gobierno en Niza el 7 de diciembre de 2000 y contenida en la parte II de la Constitución europea, supone la culminación en el reconocimiento de los Derechos Fundamentales de los ciudadanos europeos, así como de las reglas de interpretación y aplicación de la Carta, fundada sobre los valores indivisibles y universales de la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la solidaridad y en los principios de la democracia y del Estado de Derecho, constitucionalizando, entre otros, el derecho a la dignidad humana, a la integridad de la persona, derecho a la libertad y a la seguridad, vida privada y familiar, igualdad en derecho, no discriminación, igualdad entre hombres y mujeres, integración de las personas con discapacidad, la inclusión de una cláusula horizontal de lucha contra la discriminación por discapacidad, inclusión de una cláusula social (alto nivel de empleo, educación y formación, protección social adecuada, protección de la salud) en todas las políticas y acciones de la Unión Europea.

Desde el CERMI-Extremadura, como plataforma de defensa de los derechos e intereses de las personas con discapacidad de Extremadura, al igual que el CERMI a nivel nacional que representa a más de 3.500.000 de personas con discapacidad, hacemos una apuesta decidida a favor del Tratado por el que se establece una Constitución para Europa, por cuanto supone un logro impensable hace apenas unos años para las personas con discapacidad. Una Constitución dotada de una Carta de Derechos Fundamentales de carácter vinculante que supone la culminación de uno de los mayores empeños del movimiento asociativo de la discapacidad en Europa y en España en los últimos años.

La importancia y trascendencia de los valores éticos y políticos informadores de la Constitución europea, hacen del Texto Constitucional una propuesta defendible por el movimiento asociativo de las personas con discapacidad, en cuanto que supone un paso decisivo en el proceso de integración europea y en la creación de una Europa más social, mejorando el marco jurídico y político existente hasta estos momentos y consagrando un funcionamiento más democrático, dando mayor protagonismo al Parlamento europeo; incluyendo los principios de no discriminación, promoción de la igualdad hombre-mujer y cohesión social, como objetivos horizontales; la inclusión del principio de democracia participativa; y, la incorporación de la Carta de Derechos Fundamentales que pasa a ser jurídicamente vinculante. La prohibición de toda discriminación por discapacidad y el reconocimiento de la acción positiva, reconociendo la Unión y respetando el derecho de las personas con discapacidad a beneficiarse de medidas que garanticen su autonomía, su integración social y profesional y su participación en la vida de la comunidad.

*Presidente del CERMI-Extremadura