En una batalla por las competencias de su ministerio, ¿quién ganaría, un ministro o una vicepresidenta? Esta es la situación que existe actualmente con respecto a dónde irá la política de desarrollo rural: de un lado está el Ministerio de Agricultura, del otro, la Vicepresidencia para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

En el Real Decreto que reestructura los departamentos ministeriales para esta legislatura, no aparece esa política dentro de las competencias establecidas para el Ministerio de Agricultura y los representantes del sector agrario ya han manifestado su total oposición.

Desde que el desarrollo rural se constituyó como el segundo pilar de la Política Agrícola Común (PAC) en la reforma de la Agenda 2000, este ha sido gestionado por el Ministerio de Agricultura en colaboración con las comunidades autónomas; la posibilidad de que no lo haga en estos próximos años es irracional, porque las políticas de la PAC unidas, y no por separado, posibilitan nuestro modelo agrario.

Este ámbito de la PAC está cofinanciado entre el fondo europeo Feader y los fondos que ponen el Estado y la comunidad autónoma, mientras que el de ayudas directas se financia íntegramente por Europa. Ambos son un todo «indisoluble», como bien han dicho las Organizaciones Profesionales Agrarias; troceándolo solo se pretende ningunear a la política agraria y vivir de espaldas a lo establecido por Bruselas, que lo incluyó en la PAC.

Si dentro de este pilar se encuentran medidas que, en su mayoría, van destinadas específicamente a los agricultores y ganaderos, su lugar natural es el Ministerio de Agricultura. Sería un atropello eliminarlas de éste para convertirlo en un ministerio menguante al que se le da una importancia menor dentro del Gobierno de España.

Para Extremadura esta política es vital, no en vano supone el desarrollo de medidas que mejoran los regadíos, los caminos, o que establecen ayudas agroambientales y ayudas a jóvenes agricultores o a la mejora de las explotaciones agrarias, entre muchas otras, y para ello disponemos de fondos por un importe de más de 1.187 millones de euros.

Hemos oído declaraciones del ministro Planas, diciendo que no nos preocupemos, pero son vaguedades. Dice que «trabajan sobre esa hipótesis», la de continuar con esas competencias, pero también se trabajaba en campaña sobre la hipótesis de no pactar con independentistas y miren ustedes lo que pasó. Lo que se pretende es menguar la importancia de la agricultura y la ganadería dentro de la política nacional, separando competencias y utilizando la estrategia del divide y vencerás.

*Ingeniera agrónoma y diputada del PP.