Ya le quedan pocas cosas por descubrir, pero aún sigue en la brecha y no se da por vencido. Eudald Carbonell i Roura (Gerona, 1953), es uno de los padres de un viejecito que acaba de aparecer en Atapuerca, al que se le calculan 1,2 millones de años de antigüedad. Junto a los científicos Arsuaga y Bermúdez, Carbonell dirige al equipo que acaba de descubrir al europeo más viejo conocido hasta ahora. Vinculado a Extremadura a través de sus prospecciones en Maltravieso y los Barruecos, Carbonell es doctor en Geología del Cuaternario y tiene en su haber, entre otros, el Premio Príncipe de Asturias.