Hace años yo era muy fan de las novelas de Leon Uris, hoy un autor bastante olvidado. De entre todas ellas recuerdo una que se titulaba Éxodo. Tal vez recuerden la película, protagonizada por Paul Newman. Si la han visto, les animo a buscar el libro. Es mucho mejor. Éxodo es el nombre de un barco ruinoso cargado de inmigrantes judíos, que escapan de un campo de refugiados en Chipre al que habían ido a parar después de la Segunda Guerra Mundial. Nadie los quiere, y ellos solo buscan una patria en la que comenzar de nuevo. Pienso en el parecido de la narración con lo que sucede estos días con el Open Arms y el pulso que mantiene con Europa. En 1947 tampoco nadie quería que aquellos pasajeros del Éxodo se embarcaran, llegaran hasta Palestina y quisieran tomar tierra para comenzar una nueva vida. Pienso en el libro cuando veo que la actitud de la oenegé Open Arms desconcierta a la opinión pública. Pienso en que si nuestros políticos leyeran más, tal vez se darían cuenta de que todo lo que sucede, ya ha pasado antes. Y entenderían que poner la política por delante de la voluntad de sobrevivir siempre es una pérdida de tiempo. Lo mismo que la vida se abre paso en toda circunstancia, los que han llegado tan lejos no se van a echar atrás. En el Open Arms saben lo que hacen: o doblan el brazo de la hipócrita Europa, o se pierden vidas humanas y el escándalo es determinante para cambiar las cosas. En cualquier caso, ya han ganado. Aunque Salvini, pobre payaso, crea que ha vencido él. Será ético o no, pero lo que hace Open Arms es efectivo. Lean Éxodo y lo entenderán.

* Periodista