Extremadura ha demostrado un lento pero constante avance hacia la convergencia con la Europa de los Quince. Un proyecto en el que aún queda mucho camino por recorrer y en el que siguen en el aire muchas preguntas sobre la futura política de cohesión económica y social. La ampliación del 2004 supondrá un aumento sin precedentes de las disparidades económicas, pero el nuevo mapa deja a Extremadura en una buena posición de salida. La incorporación de los países del Este y del Mediterráneo no supondrán una merma en los recursos que percibirá una región que debe seguir aprendiendo de la cooperación transfronteriza como vía de desarrollo.

Bruselas mantiene que la fotografía provisional de la ´nueva Europa´ ofrecerá notables diferencias entre las regiones ricas y las regiones pobres, y en ese marco la comunidad autónoma debe afianzar su andadura europea desde el desarrollo tecnológico, la cualificación del capital humano y el stock de capital público y privado. Queda mucho por hacer, pero con 453 millones de habitantes, la Unión Europea de 25 será una potencia económica y comercial superior a Estados Unidos y Extremadura debe estar preparada para saber aprovechar ese momento.