Dicen que la Virgen de Guadalupe fue llevada desde Sevilla para esconderla en la extremeña Sierra de Las Villuercas.

Esa leyenda sostenida por fervores, frailes, nobles y milagros, la constato, al comprobar las numerosas advocaciones que por aquí se mantienen. Nosotros, como extremeños en esta ciudad, y en el tiempo que nos ha tocado, hemos procurado mantener esa mirada, con una hermosa talla ubicada en el céntrico convento de San Buenaventura, de los padres franciscanos, adaptándonos en nuestras manifestaciones religiosas a los ritos y cánones que una ciudad tan mariana como Sevilla exige.

Hoy nuestra Hermandad de Guadalupe, está legalmente constituida, tiene un hermoso paso, la mecen costaleros, le acompaña una banda de cornetas y tambores y todos los años el día 8 de septiembre, cuando Sevilla regresa de la playa, nuestra Virgen es la primera en pasear con toda solemnidad por sus calles más céntricas. Puedo afirmar que nuestro Santuario es, después del Rocío, el más visitado por los sevillanos. A él y a Extremadura le dedican sus mejores piropos pero... muy pocos saben que pertenece a Toledo. En una encuesta formulada entre socios de la casa un 85% creyó que era nuestra. Por sentimiento, un poco de rabia, sin protagonismo en uno de los plenos del Consejo de Comunidades, máximo órgano de la Junta de los extremeños en el exterior, expuse la necesidad de que también nosotros nos uniésemos al coro de voces que desde distintos foros y desde tiempo, venían pidiendo Guadalupe para Extremadura. La propuesta aceptada por todos y con voluntad de traslado a los asociados, desde Sevilla, la vamos a reafirmar con la entrega de 2.000 firmas y una marcha con pancarta desde la plaza de Zocodover hasta el palacio Arzobispal de Toledo, el próximo día 12 de marzo. Otras asociaciones, han prometido su asistencia. Nos llevaríamos una sorpresa viéndonos acompañados por otros grupos de extremeños. LA CASA DE EXTREMADURA. Sevilla