La Lomce no gusta a los alumnos de Secundaria, ni a otros colectivos. Han parado las clases a través de la convocatoria del Sindicato de Estudiantes y la Confederación de Padres, por segunda vez este curso. Aparte de la guerra de cifras, hubo un alto seguimiento el primero de los tres días de paro. Rechazan la reforma educativa y los recortes y el ministro hará mal en despachar el descontento con alusiones al radicalismo, pues su reforma tiene más ideología que soluciones.