Para Santa Teresa la imaginación era la loca de la casa. Siempre me ha gustado esa santa rompedora, aunque soy de las que deja a la loca suelta. Por eso, como la imaginación es libre, donde muchos ven a Pedro Sánchez como el presidente apuesto que es, yo he dado imprudentemente en imaginarle estos días de agosto, privados de sus discursos asiduos, escondido en sus palacios con la cabeza debajo del ala o dentro de un hoyito como apuesta avestruz, o pegadito a Begoña en posición fetal, huyendo de la realidad y haciendo dejación de sus deberes como líder que lidera sin necesidad de Estado de Alarma.

Seguro que eso no ha ocurrido, pues por la prensa sé que el timonel ha trabajado mogollón mientras se reponía de todos sus estreses. Ahora ha vuelto a su despacho, suponemos que para dar órdenes de que sus ministros se pongan también a trabajar. Y no es que a mí me parezca mal que los gobernantes descansen, como todos los que no tenemos su altísima responsabilidad hemos intentado, pero sí parece extraño que en estos momentos de extrema gravedad, no solo ante el principio de curso sino ante el vacío legal que impide una acción eficaz y rápida contra el virus, necesaria para evitar nuevos encierros que no soportaríamos, la respuesta del gobierno que estuvo omnipresentemente dándonos instrucciones, mensajitos y propaganda, haya sido hasta el momento más bien nula.

De la ministra de Transición Ecológica sabemos por su propio tuit que se extasiaba ante la belleza de un incendio, al modo que a la inolvidable Magdalena Álvarez una letal nevada le parecía una postal navideña. De acuerdo, la señora puede parecer algo inconsciente o irresponsable, pero al menos estaba trabajando, mas ¿dónde está Celaá, con el curso a punto de empezar? ¿Dónde el ministro de universidades? Ambos nos han regalado a menudo con abundante cháchara ideológica, pero lo que necesitamos ahora es gestión eficaz y no reproches sobre el pin parental y demás zarandajas. ¿No les parece a ustedes que si su política va a ser que cada palo aguante su vela, están absolutamente de sobra? H