Dentro de dos días estaremos votando al que será nuevo presidente del Gobierno de España. Invito a todos los extremeños a que mañana, durante la jornada de reflexión, mediten en manos de quién van a depositar su futuro, el de sus hijos y el de sus nietos. Porque lo que suceda este domingo 28 de abril, no tengan ninguna duda, de que repercutirá en nuestro futuro.

Debemos tener claro que los acuerdos de más autogobierno de Sánchez con los independentistas catalanes, tendrán sus efectos negativos en comunidades como la nuestra, que con poco más de un millón de habitantes, somos un puntito en los intereses de Pedro Sánchez.

Por eso, es tan importante que en el Congreso y en el Senado, el Partido Popular tenga una mayoría holgada. Habrá tiempo de pactar con otras fuerzas políticas asuntos tan trascendentales como la educación o las pensiones. Pero, ante todo, para mantener la unidad de España hay que votar al Partido Popular.

Puede que haya quien piense que hay otras fuerzas políticas que también defienden la unidad de España, o que, si votan al número uno al Senado de cada una de esas fuerzas políticas, la mayoría absoluta de los partidos que defienden la unidad de España quedaría garantizada.

Pero no nos dejemos engañar, esto no va a suceder. Dividir el voto es regalar el Senado y el control del artículo 155 a los intereses independentistas que quiere beneficiar Pedro Sánchez. Un presidente que tiene en mente --ya ni lo niega-- indultar a los independentistas que han quebrantado la ley que el resto de españoles sí respetamos. El PSOE es el partido más interesado en que se difunda este tipo de bulos sobre combinaciones en el voto.

Sánchez ha perdido el respeto y la credibilidad hasta de los suyos, y desconoce la humildad que debe ser cabecera de todo político.

Está decidido y dispuesto a pactar con quien sea. Independentistas. Terroristas. O con los que iban a tomar el cielo por asalto y han acabado comprando chalés de 600.000 euros.

Los extremeños hemos sufrido las políticas económicas de Zapatero. No podemos volver a revivir el pasado, tropezar más veces con la misma piedra. España está notando ya la ralentización de la economía. Pongamos solución antes de que sea demasiado tarde.

Por eso es tan importante que este domingo 28 de abril todos votemos al Partido Popular.