TEtzequiel Díaz Hernández , al que todos le nombrábamos Ti Ziquiel 'Jaca' , jamás oyó hablar de Aristóteles . Nunca le escuchó decir aquello de "la forma de hacer riqueza más adecuada, y con mucha razón, es la usura, que obtiene una ganancia del mismo dinero y no de su objeto natural. Porque el dinero se concibió para usarse en el intercambio, pero no para incrementarse a interés". Ti Ziquiel era un simple bracero y la vida le dio algunos palos. Estaba sin un ochavo y graves y acuciantes problemas le llevaron a buscar dinero. En el pueblo corría poco la moneda y tuvo que pegarse la caminata hasta Santacruz de Paniagua, donde había ricachones con dehesas y muchas cabezas de ganado. Le hicieron un préstamo y ajustaron los réditos. "¡Pero me cagüen la puta que loh parió! --me relataba el buen bracero--, que cuandu juí a devolvel lah pérrah, me dijun que loh rédituh habían subíu y me amenazaron con la guardia civil, y tuvi que doblal el ehpinazu pa élluh únuh cuántuh de díah, sin cobral malditu el céntimu".

Aún no había llegado al pueblo la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Plasencia, la que fundara el obispo Francisco Jarrín y Moro en 1911, para "combatir la usura en los préstamos que padecían los pequeños agricultores y ganaderos y empresarios y para socorrer a los necesitados". Creció tal Caja y justo es reconocer que gozaba de solvencia y simpatías por nuestros mundos rurales. Su obra cultural y social era aplaudida en los más diversos foros. Pero llegaría la década de los 80 del pasado siglo y comenzó el desembarco de políticos en la entidad. En el 86, la Inspección del Banco de España destapa deficiencias en los fondos por insolvencias. Todo comienza a ir de culo y cuesta arriba. Será en 1990 cuando se fusione con Caja Cáceres. Nace Caja de Extremadura. Hay quien señala que, a partir de ahora, comenzará a primar la cultura del crédito sobre la piedad del préstamo. El siglo XXI trae las "fusiones frías", los SIP y, en 2011, Caja Extremadura, junto con otras Cajas, se convierte en un banco, que opera con la marca Liberbank. Llegan los ERE, las protestas de los empleados, las rebajas de sueldos, las suspensiones de contratos... Y, mientras, los directivos subiéndose sus sueldos astronómicos (entre enero y junio de este año ganaron casi dos millones de euros; el 33,6% más que un año antes). Los tiburones financieros, empresarios sin escrúpulos y políticos de la derecha y de la izquierda sonrosada, que no roja, harán de su capa un sayo y se ciscarán en la tumba de Jarrín y Moro.

Thomas Jefferson , tercer presidente de los EEUU, lo dejó meridianamente claro: "Considero que las entidades bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que las fuerzas militares. El poder de emitir moneda tendría que ser quitado a los bancos y devuelto al pueblo, a quien propiamente pertenece". Y el pueblo sin saber de dónde vienen los tiros. Ya lo decía, cínicamente, Henry Ford , el fundador de la Ford Motor Company: "Es bueno que el pueblo no entienda el funcionamiento de nuestro sistema bancario, porque, si esto ocurriera, creo que explotaría una revolución antes de mañana por la mañana". Ya me lo confirmaba Ti Ziquiel : "El péh grandi acaba pol comelsi al chicu". Juegan con nuestros ahorros y engordan como los cerdos.