Las ordenanzas municipales, especialmente las que regulan la convivencia ciudadana, son una fuente de curiosidades. Cáceres también tiene algunas normas que sorprenden porque no se suelen cumplir ni exigir, de ahí que no se conozcan y su descubrimiento cause extrañeza. ¿Sabía que escupir en la acera puede costarle un disgusto en euros, concretamente la nada desdeñable cantidad de 700 euros?