TEtduardo Madina es un hombre joven con pinta de adolescente. Me malicio que seguirá pareciendo un polluelo, cuando llegue a su lejana jubilación. Algo similar ocurre con Verstrynge , quien ya sexagenario sigue paseando facha (¡viva la polisemia!) de jovenzuelo. O por la flacura o por su estilo agresivo atribuible quizás a complejo de Peter Pan en busca de la notoriedad que se le escapó como su sombra. Ambos están hoy de actualidad. El uno por los escraches, el otro por su postulación presunta como repentino líder futuro para propiciar un nuevo amanecer en el PSOE. Aurora que deseamos tantos españoles, inquietos ante la parálisis del partido, venturosa y pronta, pero no dorada. Aparte de la delgadez y la coyuntural notoriedad, en poco más se parecen los dos políticos. Uno emerge y el otro se hunde entre aspavientos.

Madina estudió en Deusto, es profesor en la Carlos III y considerado en el Foro de Davos como uno de los 192 jóvenes líderes mundiales más destacados. (Si la Wiki no miente). No es un mindundi y frente a los que dicen que tiene todo por demostrar yo digo que al menos capacidad de sufrimiento y superación los tiene probados. Y me asquea la campaña mediática desatada para desacreditarle. Gritan unos: ¡Dios nos libre de otro Zapatero! Otros claman que su indemnización es la más alta de todas las recibidas por las víctimas del terrorismo. Como insinuando que algo corrupto esconde ese cobro. Hay que ser asquerosamente oportunista para comparar ¡ahora! las compensaciones de los inocentes masacrados por ETA durante tantos años.

La Justicia fue quien las concedió y no han rechinado hasta hoy. Recúrranse si procede, pero no se arrojen a la cara como agravios cuando un colectivo tan heroico requeriría total prudencia. Y no esa ruindad y falta de humanidad de quienes afean al prometedor diputado su indemnización: Madina quedó cojo SOLO de la rodilla para abajo. ¿Por qué ha cobrado tanto? Como aparte de cojo es rojo, ni le respeto ni le compadezco. Otra vez la sombra de Caín, penosa seña de identidad hispana. ¿Alguna vez nos libraremos de ella?