TMte perdí la penúltima sesión de investidura para necesaria salvaguarda de mi salud -en el debate de "indecente" y "ruin" me subió la tensión a diecinueve-, pero la contemplé en diferido, expurgada de insultos y manifestaciones de odio, salvo la tan comentada de la cal viva que heló el infantil semblante del niño de la Carolina Bescansa . Fue pródiga en momentos memorables, de aquellos que supongo que al correr de los años depararán a sus protagonistas al recordarlas, ya nostalgia ya vergüenza.

No la vi entera, como me ahorré el discurso del día anterior, que entre C's, PSOE y el presidente del Congreso habían programado en solitario y en hora de máxima audiencia, ellos sabrán por qué. Sí pude apreciar, cuando casi terminaba, el apuesto rostro del aspirante, mancillado por el cansancio, aunque no por el abatimiento, y escuchar sus palabras postreras donde destacó ese verbo "mandatar", que me dejó perpleja y que no es sino una muestra más de lo que Aurelio Arteta denominó en reciente artículo, uno de los penúltimos archisílabos. Penúltimo, porque, como investiduras, tiene toda la pinta de que habrá más, y archisílabo por esa manía tan actual y pedante de alargar innecesariamente las palabras, que, según el catedrático "responde al probable afán de sobresalir de los demás. Un gusto contagioso, sin duda".

XLIBREMEx Dios de juzgar la intención de Pedro Sánchez al utilizar el palabro, pues no creo que aspirara a sobresalir de nadie y mucho menos de Pablo Iglesias . Mantuvo la serenidad, la compostura, la elegancia y la calma ante la gesticulación, los alaridos y los numeritos de su contrincante. Resultaba inútil, además, pues no era alcanzable en hombre educado la simpar impostura que culminó con el piquito plagiario del que tal vez pretendía anticiparnos el régimen que nos espera tras ese beso comunista y bastante asqueroso.

Por cierto, su pareja de ósculo también brilló por su falta de originalidad. Lo de jóvenas ni es rompedor, ni igualitario. Este protagonista del cambio copió a Carmen Romero, la otrora compañera del de la cal viva. Y lo sabe todo el mundo. Culto.