WAw pesar de sus diferencias en Extremadura, las dos principales centrales sindicales, CCOO y UGT, han vuelto a coincidir, como en los últimos años, en unir sus voces durante el Primero de Mayo para manifestarse contra el mal endémico del empleo en España: la contratación temporal. Es la mayor de Europa y, como pervive desde hace ya demasiados años, está generando no solo distorsiones en el mercado laboral, sino un cambio en todo el modelo de convivencia social. El fenómeno del mileurismo --jóvenes que ya alcanzan los 30 años cobrando 1.000 euros al mes con contratos temporales sucesivos--, acompañado de la llegada de inmigrantes que aceptan trabajos aún peor pagados, con un alto riesgo de aumentar la siniestralidad laboral, es la preocupación dominante en las denuncias sindicales de ayer.

Para combatir esa tendencia, hay que esperar la concreción de las negociaciones que patronos, sindicatos y Administración pueden ultimar las próximas semanas para cambiar los modelos de contratación y asegurar la continuidad en los puestos de trabajo. El empleo estable es hoy la mejor fórmula para obligar a las empresas que inviertan más en su futuro sin pensar solo en que despedir es aumentar la productividad.