Un gran tanto se ha apuntado el Teatro Nacional de Cataluña programando Dissabte, diumenge i dilluns (Sábado, domingo y lunes) del italiano De Filippo, con Mercedes Sampietro (Barcelona, 24-1-1947) convertida en una espléndida mamma napolitana, tan diferente de su último papel, interpretado en la película Lugares comunes, que le valió la Concha de Plata donostiarra.

De familia modesta, Sampietro empezó a trabajar a los 12 años hasta llegar a secretaria de una oficina. En 1967, simultaneó el empleo con el Instituto del Teatro (sólo estuvo un curso porque le parecía una pérdida de tiempo) y con actuaciones en el grupo Cátaro. Tres años más tarde, el crítico teatral Gonzalo Pérez de Olaguer sugirió al actor Juan Diego, metido a empresario, que Sampietro ocupase la vacante dejada por Emma Cohen en la obra La noche de los asesinos, del cubano Triana. Aquello fue el inicio.

Dos lustros tardó en ser famosa. Y lo fue en el cine. Residente en Madrid por motivos profesionales, había conocido a Pilar Miró, quien la dirigió en la película Gary Cooper que estás en los cielos (1980). A los que sabían de ella no les sorprendió que fuera premiada en Moscú y Taormina. Lamentablemente, en Cataluña, no la descubrieron hasta que hizo de Montserrat Capdevila en el culebrón Nissaga de poder. Ojalá que el teatro catalán la haga definitivamente suya.