TRtecuerdo aquel dicho, atribuido a Göbbels , de "una mentira mil veces repetida termina siendo una verdad". Y por el momento político, la situación actual y el hastío de la población, la que lucha cada día por salir a delante, con su esfuerzo, ajeno a connivencias, complicidades, conchabanzas, confabulaciones, contubernios, y pactos con más o menos transparencia, las mentiras, tan repetidas hasta la saciedad terminan haciendo mella y creando la ilusión óptica del todo vale, ultrajando la libertad, el derecho y la obligación, que esto último se olvida, no de la representación, legítima, si no del valor de la misma y lo que representa ser elegible y elegido. Estoy cansado, y muchos imagino también lo están, de escuchar frases estereotipadas que justifican lo injustificable, eso sí, utilizando la seducción de las palabras como diría Alex Grijelmo . No nos moverán... no nos callarán... el pueblo ha hablado... una mayoría de..., todo mentiras del argot político que aunque asumido por todas las fuerzas políticas en un determinado momento, no dejan de ser mentiras mil veces repetidas. Ante unas hipotéticas terceras elecciones generales y alguna regional, resulta, a estas alturas, un tanto deleznable, como seguimos permitiendo tanta desfachatez sin que alguien alce la voz y diga ya basta. Las elecciones sirven para lo que sirven, para que una mayoría, que por regla general son más que los que tienen menos, decidan. Las elecciones sirven para representar a una población con unas reglas anteriormente delimitadas, claras y concisas. Si aceptas el juego político, si crees en la democracia y como diría Groucho Marx , no el otro Marx , el de convencimientos férreos, con o sin razón: "no estás dispuesto a pertenecer a un club que te admita como miembro", no te presentes, así de claro. Ni siquiera haría falta que una Junta Electoral te lo prohibiese, ni que hipócritamente, después de haber desafiado todo el sistema, haber puesto en alerta al mismo o ir contra él, procures entrar en él, para supuestamente salir de él. No, setenta veces siete fueron pocas, mentiras mil veces repetidas muchas, demasiadas.