TUtn día vas caminando por la calle y ves a una mujer joven que habla sola haciendo exagerados aspavientos, como quien discute enfáticamente con alguien. Lo primero que te dices es que hablar con uno mismo en voz alta es cosa de locos delirantes, que a veces conversan con gente que no les oye porque simplemente no existen. Aunque cierto es que todos hablamos solos, pero en nuestro pensamiento y sin mover la lengua. De puertas adentro nos reñimos, nos felicitamos, nos sermoneamos, nos chistamos. Sin embargo, cuando te acercas a esa mujer que platica por la calle en voz alta, te das cuenta de que en realidad no habla sola, sino con un interlocutor al que oye a través de un pequeño auricular introducido en el oído y responde a través de un pequeño micrófono apenas perceptible que llega hasta sus labios prendido del auricular. Ya te habían hablado antes del manos libres, pero aún no habías visto a nadie usándolo por la calle. Qué cómico. De hecho otra mujer de edad avanzada que está sentada en un banco, junto a un hombre que debe ser su marido, ha comentado: "Pobrecilla, con lo maja que se la ve y está como una cabra". Es lo malo del manos libres callejero , que te pueden tomar por tarado. Pero con el tiempo se impondrá y nos acostumbraremos a ver catervas de transeúntes ensimismados conversando histriónicamente con interlocutores invisibles. De momento todos nos pegamos el móvil a la oreja. Eso sí, algunos deben pensar que su móvil es sordo, porque no hablan, gritan. Hace unos días, esperando en un semáforo, se me colocó un tipo al lado, móvil pegado a la oreja y boca sonora cual megáfono, que se hacía escuchar por los cuatro costados. Tanto este servidor como los viandantes cercanos supimos sin querer que el susodicho hablaba con Antoñita , que lo del viaje a Barcelona ya estaba arreglado, que a mama ya le habían hecho los análisis y que el Julio ya le había enviado la invitación de boda. De pronto, un coche con las ventanas abiertas que emitía música rapera a todo volumen se detuvo en el semáforo. Imagínense el guirigay.