Nerón redujo a escombros Roma mediante un monumental incendio. Eso lo sabemos todos. Bueno, al menos manejamos la versión más extendida de aquel suceso. Esa que cuenta que Nerón, extravagante y megalómano emperador, planeó un incendio catártico con una cabeza de turco ya prevista a la que cargar las culpas, los cristianos. A mí siempre me viene a la cabeza la imagen de Peter Ustinov en "¿Quo Vadis?" (típica película semanasantera por cierto), lánguido, desafinando laúd en mano mientras contempla sonriente las purificadoras llamas extendiéndose por Roma. El británico fue un enorme actor, así que le prestaba su credibilidad al trastornado emperador. Pero lo cierto es que no existe consenso en los historiadores acerca de la autoría de aquel incendio y del papel de Nerón en el mismo. Así que realmente no sabemos quién inició aquel fuego, y si fue o no intencionado.

Prácticamente lo mismo que ha ocurrido en Chipre. Nicosia se levantó en llamas el fin de semana, pero nadie parece querer asumir haber prendido la mecha de ese incendio. Ya saben: nos despertamos el sábado con la noticia de la aprobación de un "mini-corralito" (para mí, el término, aunque se ha extendido en prensa, es erróneo) que afecta a los depositantes y poseedores de cuentas corrientes en Chipre, como forma de asegurar el nuevo rescate que la débil economía del país exige. Después, una macabra ceremonia de la confusión. Con el Eurogrupo, el Banco Central Europeo y los líderes chipriotas jugando a emular a los Marx en la magnífica "Sopa de Ganso".

Sólo que ni esto es una película y no es gracioso ni aunque te lo propongas. Al principio, se anuncia una quita (más bien, un impuesto revolucionario) sobre los depósitos y cuentas inferiores a 100.000 euros del 6,75% y superiores a esa cifra del 9,9%. Se desatan los comentarios, se pospone la decisión en el Parlamento de Nicosia, se teme por un pánico bancario. Y, claro, posteriormente interviene el Eurogrupo y comunica que ahora el roboî se va sólo al 3,3% a los depósitos inferiores a los 100.000 y al 10,75% en lo que supere ese cantidad.

X¿YA ESTA?x Qué va, por favor. Que esto queda hasta serio y razonado. Después se produjo el anuncio del Eurogrupo a favor de no gravar a los depositantes y (ahora sí, vamos a llamarlos por su nombre) ahorradores y reduce la medida a las cuentas/depósitos superiores a los manoseados cien mil euritos, con una tajada del 15,6%. Y poco más tarde, a la hora de escribir estas líneas, se trazaba liberar sólo a los depósitos menores de 20.000 euros.

Créanme que este prueba y error va a extenderse toda la semana. Además, existe en todo esto un razonamiento no podría ser igualmente más enrevesado y cinematográfico. Europa considera que Chipre es destino o refugio de ingentes cantidades de dinero procedente de oligarcas y demás empresarios poco recomendables de Rusia, y por eso se pretendía castigar esta forma de elusión fiscal. Por supuesto, por cierto que sea el trasvase de capitales desde Rusia, es toda una inmensa y desvergonzada cortina de humo. Poco útil. Curioso que no haya habido ni una sola referencia a los poseedores de deuda del país (bonistas) que, jurídicamente, debieran ser los primeros en llevarse una quita. Curiosísimo.

Esto es una demostración más de algo que ya intuíamos: la enorme capacidad de esta voraz crisis de derrocar cualquier tabú. Ya no hay barreras ni límites conocidos. Durante estos años, incluso cuando planeó la sombra del corralito sobre nuestras cabezas, nadie dudaba de la seguridad de los depósitos en los bancos. Depósitos que, no debemos olvidar, son claves a la hora de determinar la capacidad de préstamo de los bancos. Se han vencido cualquier tipo de reparos en la toma de decisiones, trasladando siempre la mayor carga precisamente a los que carecen de todo poder de decisión o control.

La falta de transparencia en todo el proceso, el retraso en la explicación política, escama. Máxime cuando ha sido evidente el posible contagio de un pánico desatado en toda la UE. Chipre no debe ser contagiosa en su problema (no representa ni un 0,2% de la economía de la Eurozona, y tienen un PIB similar al de Extremadura), pero está claro que está siendo un conveniente campo de pruebas. ¿Hemos citado ya dos películas, verdad? No hay dos sin tres. Recuerden "La cena de los idiotas". Y vayan con cuidado.