Un abrazo. El futuro de España en un abrazo: Pedro Sánchez, presidente en funciones, y Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos. Y quizá veamos otro: el de Pedro Sánchez con Gabriel Rufián si cristalizan las negociaciones entre el PSOE y ERC para obtener la abstención de este último. El diccionario define abrazar como «estrechar entre los brazos en señal de cariño» y un poeta hoy olvidado, Manuel Machado, nos decía: «Que quisiera en un abrazo todo tu cuerpo y tu alma». No sé si estas son las intenciones del presidente en funciones. Lo que sí les ha producido a muchos este abrazo es un escalofrío desde el occipucio hasta el último metatarsiano del pie; un escalofrío por la forma y por el fondo. Dijo usted, señor Sánchez, que ni usted ni el 95% de españoles dormiría tranquilo teniendo al señor Iglesias en el gobierno. Yo no sé cuántos, pero muchos han sentido un miedo escénico que les ha alterado sus constantes vitales. Y si llega el abrazo con el señor Rufián los cogerá muy bajos de defensas. En esta próxima legislatura, la sociedad española tiene que arrostrar desafíos muy serios e imposibles sin grandes acuerdos. Y una parte importante, muy importante, los afrontará desde la angustia, el miedo y la incomprensión. ¿Tiene usted derecho a tratar así a tantos? ¿De verdad cree usted que lo tiene? Señor presidente en funciones, recuerde las palabras de José Ortega y Gasset: «¡No es esto, no es esto!».