TAtpenas sin esfuerzo hemos dado lugar a unas generaciones de nenes y jovenzuelos que han consagrado un nuevo imperativo categórico. Como su ignorancia es mayor que su osadía ignoran que exista la ley moral y la han sustituido por algo que sale, como no podía ser de otra manera, de los órganos sexuales: No me sale de las pelotas . Lo repiten cada vez que son requeridos para hacer un esfuerzo o recriminados por no hacerlo. No resulta creíble que de un lugar tan pequeño puedan salir tantas cosas. Lo malo es que esta regla moral de comportamiento no es universal porque hay gentes que siguen creyendo en el deber, en el orden moral y en la responsabilidad. Las madres, por ejemplo, no suelen actuar debido a un porque me sale de los ovarios . Tampoco los padres están por la labor. Y mira que sus pelotas son mucho mayores que las de estos soberbios imberbes. Las mamás y los papás han demostrado tener más y más grandes pelotas que ellos muchas veces y gracias a esas exhibiciones pueden los niñatos permitirse el lujo de tener ordenador, Play Station, móvil, vivienda, calefacción, automóvil, vacaciones y juergas. Otro tanto puede asegurarse del profesorado que no deja de estudiar y preparar sus clases, se esfuerza por comprenderlos y estimularlos, pierde la vista leyendo exámenes ilegibles para calificarlos con una nota lo más objetiva posible y premiar sus esfuerzos.

Ahora bien, ¿habremos de permitir que jueguen con ventaja? ¿Es lícito que el buen vivir de algunos menesterosos se sustente en el sentido del deber, de la conciencia moral y de la responsabilidad de la gente de bien? De ninguna de las maneras. Obremos de acuerdo con sus propuestas y hagamos universal su secreción.

Puesto que ya no es suficiente seguir los consejos de los sabios sicólogos que recomiendan diálogo, razonamiento y comprensión, será necesario que mamá deje de quitarse horas de sueño para plancharte las camisas de las que presumes ante las niñas, que se vaya al cine en lugar de quedarse a tu lado cuando la gripe te postra en la cama, que se largue de vacaciones mientras tú te las apañas como puedas todo el verano para tratar de recuperar las asignaturas que has suspendido, que se compre el vestido que tanto le gusta en lugar de darte el dinero para que te vayas a Cancún y que no haga horas extra en su trabajo para que tú te permitas el lujo de tener unos pantalones vaqueros de marca. Porque cosas como esas le saldrían de los ovarios.

Y naturalmente papá no ha de quedarse atrás. Nada de horas extraordinarias para que tú puedas disfrutar de tu moto, ni siquiera sacrificar horas y diversiones para hacer una oposición y obtener más ingresos que te permitan estudiar en Francia, deberá comprarse el auto que tanto ansía antes de ahorrar para ayudarte a comprar un piso. Porque esas cosas salen de las pelotas sin muchos esfuerzos.

En cuanto al profesor has tenido mala suerte porque sabe lo que son los imperativos categóricos y no tiene inconveniente en seguir tus doctrinas. De manera, chavalote, que ya puedes estudiar día y noche durante todo el año que te va a dar lo mismo, pues te voy a suspender porque me sale de las pelotas . Tú no te atreverás a decir nada pero cuando envíes a tu mamá a reclamar las notas le diré que tú me has enseñado a obrar así. Seguro que lo entenderá pues en casa haces lo mismo aunque ella dirá que no, naturalmente.

*Profesor