La comarca de Las Hurdes alcanzó su máximo poblacional a mediados de la década de los 60 del pasado siglo, momento en el cual el desequilibrio entre población y recursos se hizo insostenible y provocó los primeros éxodos migratorios a gran escala. Según palabras de José Luis Gurría Gascón , del departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Extremadura, en su exposición en el III Congreso de Hurdanos y Hurdanófilos, ese desequilibrio entre población y recursos sigue planeando como amenaza sobre muchas de las alquerías hurdanas, de modo que el fantasma de la despoblación pende como espada de Damocles sobre nuestras cabezas y representa la principal amenaza de futuro para la zona.

La solución está en arbitrar formas alternativas de recursos que conduzcan a la fijación de un mayor número de habitantes al territorio. En este sentido la creación de tres puestos de trabajo por cada megavatio de potencia de energía eólica instalada puede ser un modo de combatir el desequilibrio población-recursos y evitar la sangría que supone el actual proceso de despoblación en que irremisiblemente nos vemos inmersos.

LO TUVE en cuenta desde el principio, en sintonía con la opinión del sociólogo de la Universidad de Extremadura Artemio Baigorri , siendo uno de los primeros en apostar fuerte por el desarrollo de la energía eólica en Extremadura y por la instalación de parques de aerogeneradores en las montañas de la comarca hurdana. Desde luego que no falta opositores que esgrimen argumentos ecológicos de impacto medioambiental y deterioro de la imagen de naturaleza virgen que caracterizó a la comarca. Pero no podemos tenerlo todo.

Llegados a este punto, los que defendemos que en un término medio está la virtud y tenemos plenamente claro que hay que incardinar los adelantos de la modernidad con el respeto por el medio natural nos preguntamos: ¿dónde están los ecologistas que con tanto ímpetu lucharon contra la instalación de las centrales nucleares y que tanto hincapié pusieron en que la solución estaba en el desarrollo de energías renovables y alternativas? Parece ser que pasaron como el viento, sin dejar la marca de su estela.

Cierto es que las líneas de alta tensión o las grandes obras que mejoran las redes viarias alteran la naturaleza y suponen una barrera perturbadora de los espacios naturales. Pero no menos cierto que la energía eléctrica es una necesidad imprescindible a la que nadie está dispuesto a renunciar y el desplazamiento por carretera salgo de lo que no conseguimos librarnos el 90% de los días del año. En tiempos pasados España exportaba energía eléctrica a Francia. Ahora Francia, el país europeo con mayor número de centrales nucleares, nos vende energía a nosotros. Si no queremos centrales nucleares, ¿de dónde obtener la energía eléctrica que tanto necesitamos? Una forma limpia de hacerlo es por medio de los aerogeneradores, método que cuenta con la ventaja de que no contamina ni se gasta. El viento dominante que sopla por nuestras montañas sobre todo en dirección Este, puede ser aprovechado en lugares más orientales como Madrid o Zaragoza. Por considerarlo así es por lo que he luchado contra viento y marea, soportando críticas y escuchando descalificaciones, porque en nuestra zona se instalen los prometedores parques eólicos. En mi modesta opinión y dada la actual situación de tendencia a la despoblación en varias de sus zonas, no puede permitirse el lujo de que la comarca se quede al margen de esta importante posibilidad de ingresos y creación de puestos de trabajo.

*Presidente de la Mancomunidad de Las Hurdes y alcalde de Pinofranqueado