Las previsiones para el sector frutícola extremeño se presentan en esta campaña inmejorables y se cree que la producción pueda superar este año la barrera de las 200.000 toneladas. A esta cosecha del siglo , como ya se la empieza a denominar, se le ha unido otra serie de circunstancias favorables que le permitirán ampliar los mercados europeos, tales como es el mal año de la cosecha francesa y belga, fuertemente castigadas por la adversa climatología. Sin embargo y pese al espectacular volumen de la producción extremeña, lo que destaca realmente es la calidad de la fruta, que permitirá mayor competitividad en los mercados con el consiguiente beneficio para los agricultores. Estos han visto cómo en los últimos tres años el dinero que reciben por sus productos se ha incrementado, lo que ha permitido aliviar, en cierta medida, las malas cosechas anteriores.

Estas buenas perspectivas coinciden en el tiempo con el compromiso adquirido por las empresas privadas para desarrollar programas de investigación en busca de nuevas variedades. Este buen momento de la fruta extremeña no debe hacer olvidar nunca las continuos riesgos que tiene este sector tan sensible a las cambios de mercado y meteorológicos.