THtacen huelga cuando más daño pueden causar. Ahora sus reivindicaciones no son salariales. Quieren condicionar la estrategia de Iberia y se niegan a que esta empresa cree una línea de bajo coste para hacer competencia a un mercado castigado por los precios del combustible. Sus puestos y sus salarios están garantizados pero quieren poder de contratación sobre los pilotos que accedieran a la nueva línea aérea. Es sólo y sobre todo una cuestión de poder.

Los pilotos de Iberia son los aristócratas del aire. Figuran en el ránking de los mejor pagados del mundo y con menos horas de trabajo mensuales. Sus intereses corporativos se atrincheran detrás de un concepto sagrado para la aviación: ´seguridad´. También controlan el acceso a su grupo corporativo porque han institucionalizado una certificación de capacidad para los pilotos en la que se aplican sus estándares y sus criterios.

Esos parámetros de confianza que establecemos los pasajeros y la compañía para que sean ellos quienes administren la seguridad es invertida, cada vez que a ellos les interesa, como máquina de presión de sus intereses. Siempre estamos todos -Iberia y los pasajeros- en sus manos.

No sería mala idea que la compañía Iberia publicara el abanico salarial que va desde la señora de la limpieza de los lavabos del aeropuerto hasta el sueldo de los dirigentes de ese sindicato corporativo, el SEPLA, que ha decidido que las vacaciones de cientos de miles de españoles se vayan al garete sólo porque a ellos nos les gusta una decisión de Iberia de crear una empresa complementaria.

Ahora ni siquiera vemos a los pilotos de Iberia en la nueva Terminal de Barajas porque tienen accesos independientes. De esa forma se evitan tener que ver a los pasajeros tirados en el suelo en espera que ellos se decidan volver a volar.

*Periodista