WEwl Gobierno español exigirá a los laboratorios que informen mejor de los riesgos que entraña el consumo habitual de algunos fármacos. Esta medida forma parte del proyecto de ley del medicamento, que aspira a mejorar las relaciones entre el derecho a la salud, los laboratorios y las farmacias.

La propuesta que aprobó el Consejo de Ministros el pasado viernes establece que será la Administración central la que elabore el vademécum --el catálogo-- de fármacos que se dispensarán a cargo de la Seguridad Social, para que no sea la industria farmacéutica la que determine la idoneidad de sus nuevos preparados. Esta medida se acompaña del anuncio de sanciones reales a los farmacéuticos que dispensen fármacos sin receta.

Para abaratar precios, se prevé que cuando un medicamento sea de utilidad manifiesta y continuada, los laboratorios que poseen su patente puedan explotarlo comercialmente sólo durante 10 años. Después, la fórmula deberá estar disponible para fabricarla como genérico, sin pagar derechos y a precios más accesibles para los usuarios. Mientras el gasto farmacéutico español sea el más anómalo en cantidad y calidad dentro de la Unión Europea, todos estos ajustes están sobradamente justificados.