Pues sí, mientras lamentablemente hemos conocido hace unos días el proyecto de presupuestos del Gobierno a nivel nacional vuelve a rebajar la partida destinada a Educación, y ya son muchos años, en Extremadura es lo contrario, suben.

Ya en los últimos estudios de índice, estudios privados como la fundación Ramón Areces, destacaba que Extremadura era la única región que no había sufrido recortes en Educación en estos años.

Hoy, por ayer, y a través de la presentación, presentación tipo clase TIC de 1º de la ESO, de los presupuestos regionales, el tanto por ciento del PIB destinado a Educación sube, y al rey lo que es del rey.

Uno que está escarmentado en presupuestos, no lanzaría las campanas al vuelo, pero claramente denota intenciones, y no solo es de agradecer, es necesario, y por lo tanto responsable. Dicen las buenas o las malas lenguas, que en Extremadura el abandono escolar temprano está a día de hoy al 19,58%, un 1,83% menos que la de hace un año, si ha sido por la inversión, bienvenida sea.

Quiero imaginar o desear, que el relevante aumento de estos presupuestos tiene que ver con las futuras oposiciones y el significativo aumento de la oferta de plazas, y si estoy en lo cierto, sería una buena noticia tanto para el sistema educativo extremeño, como para los interinos.

En Educación y en Extremadura, la partida destinada a Educación se la suele llevar casi en su mayoría el gasto destinado a personal, por eso deduzco el aumento de plazas.

Sin embargo, y para aquellos que pervierten con egoístas deseos, rebajar al 8% la tasa de interinidad de una región, no es coger una lista de interinos de una especialidad donde puede haber 3.000 personas y prometer trabajo a 2.200, sólo por sentido común sería inviable, pues habría que multiplicarlos por alumnos y especialidades.

Sólo las plazas creadas en plantillas orgánicas son las susceptibles de ser ocupadas por funcionarios, y es ahí donde debemos centrar todas nuestras fuerzas, en crear los agujeros para poder rellenarlos.

De momento, el contexto no pinta mal, no lo estropeemos por deseos ajenos a conseguir la estabilidad laboral que muchos anhelan.