El pasado 22 de abril paseaba por delante del Ayuntamiento de San Vicente de Alcántara y me topé con una escena esperpéntica. Cuatro o cinco trabajadores envueltos en una gran nube de polvo de cemento por barrer el suelo en obras y uno de ellos cortando adoquines con una radial con un ruido infernal.

Todos ellos carentes de protección, ni auriculares para el ruido ni mascarillas para el polvo. Le pregunté a uno de ellos por qué trabajaban en esas condiciones y me contesto: «Esto es lo que hay».

Yo creo que es la frase del miedo, extendido entre todos los trabajadores/as.

¿Cómo es posible esto? Habida cuenta de que se trata de una obra pública, el alcalde de nuestro ayuntamiento es responsable de la salud de estos trabajadores ¿acaso desconoce la Ley de Prevención de Riesgos Laborales 31/1995 o simplemente no le interesa que la salud de estos trabajadores sea preservada?