Pasqual Maragall ha asumido el encargo de formar Govern. El futuro presidente de la Generalitat anunció como una de sus metas principales que Cataluña sea pionera en las políticas sociales: sanidad, vivienda, educación y seguridad. Convertir este objetivo en prioritario ha sido uno de los grandes puntos de encuentro de los partidos que han firmado el pacto del cambio, conscientes de que es lo que los catalanes reclaman.

También resulta imprescindible, como propuso Maragall, que de la pluralidad de la coalición de Gobierno salga un Ejecutivo "estable, riguroso y tranquilo". Con la alternancia protagonizada por formaciones diversas, esta autonomía será más normal, sin vetos ni exclusiones, en espera de ese cambio que prometió el líder del PSC al interpretar la voluntad de las urnas. Maragall tendió una mano a la oposición y pidió su colaboración en proyectos como la reforma del estatuto y de la financiación. Y deseó que sepa estar "a la altura" de su responsabilidad. Pero las acusaciones de Artur Mas a ERC y su rechazo del consenso demuestran que CiU aún ha de digerir su derrota antes de que sea posible el espíritu de unidad necesario para afrontar los grandes retos a los que se enfrenta Cataluña.