Vaya por delante que hablo en serio. Más de alguno pensará que este artículo, como algún discurso de la noche electoral, es fruto de una intoxicación. Por el contrario, es el resultado de profundas cogitaciones nocturnas.

Menos mal que el PP ha ganado por mayoría absoluta en casi todos los sitios. Eso nos ahorra el galimatías de los pactos postelectorales que suelen ser aberrantes. Sin embargo hay algunos sitios donde hace falta ponerse de acuerdo para obtener mayorías (in) estables. Después del peñazo de la campaña electoral, lo último que necesitamos es tres semanas de especulaciones pactistas.

Soy extremaño, es decir aragonés de nacimiento y extremeño consorte. Como tal veo con especial preocupación que Aragón y Extremadura tienen gobiernos cojos, al igual que el ayuntamiento de Zaragoza. Como era de temer los partidos minoritarios van a extraer concesiones onerosas. Y todo porque los dos grandes, víctimas de su orgullo, son incapaces de ponerse de acuerdo.

Seamos claros: los ciudadanos queremos gobiernos fuertes, honestos y resolutivos. En la terrible situación económica en que estamos, es más importante que nunca que toda la sociedad tenga confianza en su gobierno.

XEL VOTOx ciudadano ha mostrado su confianza de forma aplastante en las propuestas del PP y el PSOE; pues ellos son los que deben gobernar. En solitario cuando tengan votos suficientes, y en coalición, cuando no los tengan. De hecho ya gobiernan juntos en Euskadi, y lo van a hacer en Navarra con la UPN que es la versión navarra del PP (escisiones aparte).

Alemania tuvo hace pocos años un gobierno PPSOE para hacer frente a la crisis. Y les ha ido bien. Lo mismo ha sucedido en Austria. Por otra parte PP y PSOE votan juntos a todas horas en el Parlamento Europeo.

Shakespeare escribió en su obra La tempestad que "la necesidad hace extraños compañeros de cama". Pero en realidad los dos grandes partidos tienen muchísimo en común. Ambos quieren buscar el centro, y ambos juran que quieren crear empleo. Ni uno ni otro son de izquierdas, ni de derechas. Se han convertido en administradores de la cosa pública y no se les ve la ideología por ningún lado.

Los hechos hablan por sí solos. El PP ha sido mucho más moderno y abierto que el PSOE a la hora de tomar medidas avanzadas. Pongo tres ejemplos.

Primero: Una medida radical, (incluso inconstitucional) impensable hace veinte años como la abolición del servicio militar obligatorio, fue adoptada en 2001 por el PP. A todo el mundo le pareció perfecta, pero el PSOE nunca llegó a proponerla.

Segundo: la píldora del día siguiente. Cuando fue homologada en Francia, hubo una propuesta parlamentaria de IU en 1993 que fue rechazada de plano por el PSOE. Fue durante el gobierno de Aznar que la píldora llegó a estar disponible, con receta médica. El gobierno de Zapatero decidió en 2009 que se pueda vender sin receta.

Tercero: La apertura a los inmigrantes. Desde 1998 a 2001 entraron en España más de un millón de inmigrantes latinoamericanos. No llegaron en pateras, cada semana llegaban abarrotados a Barajas tres o cuatro aviones de Perú y Ecuador que volvían semivacíos. Fue una política moderna, al mismo tiempo liberal y solidaria, para estimular la economía española con mano de obra barata proveniente de países en crisis.

Por el contrario el PSOE ha adoptado medidas propias de un partido conservador. Congelar las pensiones o reducir los salarios son propuestas ultraliberales que el propio PP no ha mencionado jamás.

Podemos concluir que esa aparente rivalidad a muerte entre los dos partidos es mera fachada. En realidad el PPSOE sería un gran partido de sólida implantación en todas las autonomías. Parece probable que la actual situación económica exija tomar medidas muy duras, subiendo los impuestos a los más ricos y recortando algunas prestaciones. También para ello sería ideal la intervención del PPSOE.

Se da además la feliz circunstancia de que tanto Fernández Vara , como Juan Alberto Belloch son hombres de perfil ideológico y social muy conservador. Es evidente que los dos estarían más a gusto con el PP que con IU. Baste decir que el alcalde Belloch quiso dedicarle una calle a San Josemaría Escrivá de Balaguer , pero no le dejaron los de su partido. Fernández Vara es un chico de buena familia, educado en los Jesuitas de Villafranca, y eso se nota.

Ahora que el psoe (con minúsculas) es una jaula de grillos deberían los jefes regionales pactar a sus anchas con el PP, lo cual pondría de relieve su visión de estadistas y garantizaría que el próximo gobierno del señor Rajoy fuera especialmente generoso con Aragón y Extremadura, al menos igual de generoso que lo es Zapatero con los pitufos vascos y canarios.

Ya perdonarán los lectores, si he dicho alguna tontería. La verdad es que de política no entiendo mucho. De economía entiendo algo más y he comprobado que cuando se fusionan grandes empresas o entidades financieras, buscan compañeros de poderío, así es como llegó a nacer el Santander+Central+Hispano, que hoy es un banco dominante en la escena mundial. De la misma manera Rato quiso fusionar a Caja Madrid con La Caixa. Lamentablemente no lo consiguió.

De modo que es posible que tardemos algunos años en poder votar al PPSOE.