Un mes más, los datos del paro nos confirman la ruina a la que está llevando Guillermo Fernández Vara a Extremadura. Un mes más, baja el número de personas contratadas en nuestra comunidad autónoma, mientras aumenta en el resto de España.

Un mes más, recolectando «medallas». Nos convertimos en la tercera región de España donde más ha crecido el desempleo, lo que nos sigue manteniendo en el triste récord de ser la región con la cifra de desempleados más alta de toda España, y la segunda de toda las regiones de la Unión Europea

En lo que llevamos de este 2018, son 520 autónomos los que se han visto obligados a cerrar sus negocios en nuestra región. Porque tenemos un Gobierno socialista que está más preocupado por contentar a sus socios de Podemos que por favorecer el mantenimiento y la creación de los negocios de aquellos que, en realidad, mantienen con vida la comunidad extremeña: los pequeños y medianos empresarios.

Y sigo ofreciendo datos sobre el empleo en nuestra región. Porque respecto a los jóvenes tampoco podemos atisbar un ápice de luz, ya que el paro juvenil ha vuelto a subir en el mes de septiembre en 1.455 personas.

Del desempleo femenino mejor no hablamos, porque un 70% de los nuevos parados son mujeres.

El Gobierno socialista de Fernández Vara, que alardea de preocuparse por la mujer extremeña, y que presume de contar casi con un gobierno femenino en su plenitud, sin embargo, no hace más que destruir puestos de trabajo ocupados precisamente por mujeres.

Estos datos, que pueden resultar fríos o impersonales son en realidad personas con nombres y apellidos, son extremeños que ven como el resto de los españoles avanzan mientras ellos se encuentran estancados en un bucle sin salida.

¿Y qué está haciendo el señor Guillermo Fernández Vara para acabar con la alarmante destrucción de empleo de nuestra región?

Pues lo único que sabe hacer el socialismo, subir los impuestos para gastarlo en más empleo público, en planes de empleo que lo único que ofrecen son contratos temporales y precarios. Puras migajas, con las vistas ya puestas, cada vez más, en las próximas elecciones, en lugar de hacer posibles las condiciones propicias para que se genere empleo estable y de calidad en Extremadura.