En pleno siglo XXI, por anacrónico que parezca, aún podemos contemplar cómo, ocasionalmente, siguen aflorando ciertos sentimientos y comportamientos de tipo machista sin que aquellos en quienes se manifiestan sean reprobados públicamente.

Hace unos días pudimos leer y ver cómo The Times , uno de los grandes diarios del Reino Unido, se situaba en un plano cercano al sensacionalismo de algunos tabloides sugiriendo algo tan estrambótico como que parte de la culpa de la derrota de la Selección Española ante Suiza era de la periodista de Telecinco Sara Carbonero, por estar realizando su trabajo como periodista en el mismo lugar en el que su pareja, Iker Casillas, estaba haciendo el suyo: jugar a fútbol.

Posteriormente, y ya después de la victoria de la Selección Nacional ante Honduras, ha sido nada menos que el presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, el señor González Urbaneja, quien ha arremetido contra Carbonero, y contra la cadena de televisión para la que trabaja, porque la periodista está realizando su trabajo a pie de campo, donde, por otra parte, y como ha explicado Telecinco, había sido ubicada por la FIFA y, donde, también, había desempeñado su labor durante otros campeonatos como la Copa Confederaciones o la Champions League.

No dejan de sorprender estas críticas, más aún cuando parten precisamente de periodistas, y para constatar el alto grado de machismo de las opiniones que han expresado solo habrá que plantearse si, estos periodistas, dirían lo mismo si la deportista fuese una mujer y el periodista un hombre, o si, por ejemplo, considerarían lógico que se pidiera que no jugase Casillas porque su pareja tiene que cubrir el Mundial para un medio de comunicación, o si una mujer periodista que ha ejercido desde el inicio de su carrera el periodismo deportivo tiene que cambiar su rumbo profesional por el hecho de mantener una relación con un futbolista o, directamente, si Sara Carbonero tiene que pedir perdón por ser una mujer que tiene una exitosa carrera en un ámbito profesional copado hasta hace poco por hombres y al tiempo ser pareja de un deportista admirado y querido por muchos.

Antonio Galván González **

Badajoz