Concejala de Bienestar Social de Cáceres

La mujer, por el simple hecho de ser mujer, se sitúa en una situación de desventaja que es doble si añadimos problemáticas como la inmigración, la discapacidad o el desempleo. En el caso de la discapacidad, en la que queremos centrar este año el 8 de marzo por coincidir con el año Europeo de las Personas con Discapacidad, las mujeres discapacitadas tienen que demostrar su valía frente a dos aspectos naturales que la sociedad transforma en obstáculos: ser mujer y tener una deficiencia. La OMS definió en 1976 la discapacidad como "toda restricción y ausencia de la capacidad de realizar una actividad en la forma o en el margen considerado normal para el ser humano"; hoy en día entendemos que no hay que conceptuar el problema en el individuo, sino que la discapacidad surge de la deficiencia que existe dentro de nuestra sociedad, que es la que crea las barreras que impiden la integración y el entendimiento.

La Constitución Española atribuye a los poderes públicos la responsabilidad de promover las condiciones para que la libertad y la igualdad de todos los individuos y los grupos sean reales y efectivas, removiendo los obstáculos que impidan o limiten su participación en la vida social, económica y cultural. Para asegurar esta igualdad y esta participación, se han desarrollado medidas a todos los niveles (legislativas, dotación de equipamientos, metodologías y planes de actuación...) que luchan por los derechos de la mujer y que están provocando importantes cambios en nuestra sociedad, en las estructuras físicas y en las mentales.

Sin embargo, la realidad de la mujer en nuestra comunidad es que sigue bajo su cuidado y responsabilidad una casa, unos menores, unos mayores, unos enfermos, que producen una limitación de su participación en el ámbito laboral y social. Son necesarias actuaciones que concilien la vida familiar y laboral, la igualdad en el reparto de tareas, en las condiciones de empleo y remuneración, que permitan a la mujer asumir cargos públicos, disfrutar de su tiempo de ocio, continuar su formación.

Las instituciones debemos promover nuevas fórmulas laborales para las mujeres trabajadoras con personas dependientes a su cargo a través de flexibilidad horaria, ampliación de horarios de guarderías, centros de día... Así, el Ayuntamiento de Cáceres va a abrir dos guarderías con flexibilidad y amplitud de horarios: una en la zona de La Mejostilla y otra en el Nuevo Cáceres.

Pero todavía nos queda un largo camino por recorrer, muchos mecanismos por articular, muchas acciones por salir a la luz. Y es necesaria la sensibilización e implicación de todos los actores sociales. Y para llegar a ser lo que queremos, necesitamos cambios, participación e igualdad.