El día que estalló el estado de alarma mi mujer llegó a casa preocupada. Ella trabaja de enfermera y todavía no era consciente de lo que estaba por llegar. Nuestra vida hasta el momento era la de cualquier familia. Por la mañana dejábamos a los niños en la guardería, nos marchábamos a trabajar y por la tarde la rutina de siempre: salir con los niños al parque, cena, ducha y a dormir. Hasta que todo cambió. La sala de mi mujer en el hospital pasaba a ser una sala covid-19, lo que suponía un riesgo tanto para ella como para nuestra familia. Pero alguien, con profesionalidad, tenía que hacer frente a esta pandemia. Ella, madre de gemelos, trabajadora y luchadora, se enfundó su traje espacial para luchar durante más de 10 semanas contra el virus. Nos ha dado una lección de esfuerzo y sacrificio. Por nosotros y por todos los que han necesitado de su ayuda. Yo, por mi parte, decidí llevarme a los niños a casa de mis padres después de consensuar con ellos la mejor solución, aunque finalmente ellos decidieron irse a vivir a casa de mi hermana. Llevamos casi dos meses encerrados en casa, sin salir, y además se ha juntado la operación pañal con mi teletrabajo, un auténtico espectáculo. Lo que peor llevo como padre, sin duda, es que mis hijos no puedan ver a su madre en persona, tan solo por vídeollamada. Los primeros días estaba bien, pero eso ya comienza a pesar tanto en mí como en mis hijos. Me gustaría dar las gracias a todas aquellas personas que luchan contra esta pandemia y sobre todo mucho ánimo a todos aquellos que la sufrimos. Ahora más que nunca debemos ayudarnos entre todos y ser solidarios.

CRISIS SANITARIA

Covid-19 y modelo industrial

Jesús Sánchez Jaén

Alburquerque

¿Por qué ningún gobierno y, por supuesto, casi ningún medio de comunicación se hizo eco de un informe de la OMS que alertaba sobre alguna pandemia ya en septiembre del 2019? La mayoría de analistas independientes piensan que la razón es la misma que ha llevado a los políticos del mundo occidental y a las principales multinacionales del petróleo a no hacer caso de la gravedad del cambio climático. La destrucción de los ecosistemas y el calentamiento global dan lugar a la zoonosis, que provoca el paso del covid-19 de los animales a las personas. Corregir esto supone cambiar el modelo de crecimiento industrial actual. Y eso no está en la mente ni de los poderes políticos ni de los poderes fácticos.

Héroes de este tiempo

Tamara Rodríguez

Badajoz

¿Qué es un héroe? O, mejor aún, ¿quiénes son nuestros héroes? Sobre el papel, un héroe se distingue por llevar a cabo hazañas extraordinarias, de forma desinteresada y que requieren de mucho valor. Pero, en la práctica, ser un héroe no parece una característica de la persona en sí, sino que viene dada por el interés general, por banal que sea. En medio de una pandemia como la del coronavirus, los héroes están en los hospitales y son aplaudidos por todo el mundo. Pero en cuanto la situación se acomode, poco importarán esos héroes que trabajan de la mañana a la noche intentando reponer productos en los supermercados para que no nos falte de nada, por ejemplo. Los héroes pasarán a ser otros, como esos que salvan el mundo dándole patadas a un balón. Y a ver si adivinan: ¿quiénes son los mileuristas y quiénes los que cobran millones cada año?

El balcón, la libertad

Elisabeth Iserte

Cerdanyola

Saltar a la piscina desde un balcón se convirtió hace unos años en el deporte preferido de los turistas alcoholizados. No digo que el coronavirus no nos haya provocado ganas de saltar por el balcón a más de uno, pero lo que casi todo el mundo ha hecho estas últimas semanas es establecer una nueva relación con su balcón. Para muchos ha sido la única salida al exterior, la ventana que nos conecta con los vecinos y con el mundo, el espacio para vivir pasiones a veces secretas (como fumar). Muchos hemos redescubierto el balcón como un espacio de libertad, para relajarse y entrar en contacto con la naturaleza.