TEtxiste una magnífica y conocida novela de John Steinbeck , "Las uvas de la ira", que refleja con vívida crudeza el descenso a los infiernos del hambre, el desarraigo y la miseria de familias enteras del medio oeste norteamericano con el paisaje de fondo de la Gran Depresión. Que funciona casi como un personaje más. La familia protagonista son los Joad, que ya han pasado al imaginario colectivo como símbolo de sufrimiento, de capacidad de sacrificarse por unas deudas y cargas generadas por otros. Desposeídos de todo, se ven obligados a reiniciar sus vidas. De cero y con cero. Pobres, pero manteniendo esa compostura que se llama dignidad. Hay en el libro un demoledor momento en el cual Tom Joad, en su lúcida ignorancia y acostumbrado a la mansedumbre como forma de supervivencia, se da cuenta de que el origen de todos los problemas en que se han visto encerrados no nace de ellos. Es una miseria heredada, impuesta, traspasada. Y cuando ya no alcanza la paciencia, sólo queda lo que él siente: la ira.

Ira. Enfado. Frustración. La verdad es que estamos sobrados de eso. Me preocupa que en el estado actual de las cosas haya aún voceros que hablan de que se puede venir un "estallido social" como si tal cosa. No está España como para acercar cerillas a ningún bidón de gasolina. Ciertamente, muchos tertulianos requerirían unas clasecitas de responsabilidad cívica. Así torcerían menos la sonrisa al atizar según que bajos instintos, casi siempre al hilo de sus personales filias y fobias (no sólo políticas).

Yo no creo en que se vayan a producir aquí imágenes como las que vimos en Grecia. O una revuelta estilo primavera árabe. Confío en que la mayoría de la gente de este país lo que justamente quiere es mirar hacia adelante... pero lo cierto es que no se lo ponen sencillo desde sillones públicos, parlamentos y otros palcos. ¿Dónde está el límite de aguante en un país con un 26% de paro? ¿Se puede mantener la calma cuando se destapan diariamente casos de corrupción en los que se esquilma impunemente el dinero público? No creo que sea de recibo esta tomadura de pelo continua. Y recibos, visto lo visto, hay muchos para según qué cosas. Y en muchas "sedes".

X¿EJEMPLOS?x Pues les invito a un indeseado paseo por una trilogía de la ira. Tres por acortar, por resumir, por no ser impertinente, porque les surgirán más agravios que sumar a la breve lista. Primero, las preferentes y las cláusulas abusivas en los contratos bancarios. Muestra de un sistema bancario enfermo, que desde el Banco de España se decidió que lo mejor era maquillarlo para que no se le viera la cara de zombi que se insinuaba. Cooperadores públicos necesarios, por el juego de la vista gorda, de esa estafa que ha sido la venta de preferentes y subordinadas en una red comercial que contaminaba tóxicamente a toda la sociedad (casi 200.000 familias afectadas). Silenciosos ante los desmanes de unos contratos que imponían condiciones unilaterales ("son lentejas"). Y el gobierno imponiendo coacciones en forma de arbitrajes o quitas, previamente pactadas con Bruselas para... que nos diesen dinero para nuestra banca.

Segundo, con el tasazo universitario. Que hubiera tenido menos delito si España tuviera un sistema de becas real, basado en el mérito. Que tendría menos importancia con la existencia de alternativas de empleo para los jóvenes. Pero que tiene a miles de jóvenes atrapados por unos préstamos universitarios vendidos como ayudas públicas y que ahora no es que ahoguen su futuro profesional, sino su presente sin trabajo. Y así, claro, sin muchas expectativas.

Y tercero, con un demencial sistema fiscal. Un afán recaudatorio propio de estados feroces, dilapidadores. Que cargan en sus ciudadanos y sus maltrechas economías el peso de un estado mastodóntico, que devora todo el capital que recibe. Pero no en inversiones para ese ansiado crecimiento. Qué va. En mantener unos gastos corrientes que perpetúan y amplían el problema.

Desde luego que no voy a animarles a que incrementen su ira. Pero si quieren hacerlo con conocimiento de causa y certeza en la información sigan en twitter a Absolutexe o BOESubvenciona. Y canalicen, en lo posible, el día de furia. Porque, al final, les llegará. Y no se quejen, que aún no he hablado de Feval.