Profesor

Con un descaro vergonzoso, Aznar y algunos miembros de la ONU se reunieron en Madrid para sacar pelas a buena parte de los pueblos del mundo, con la intención de que éstos paguen los gastos de una guerra ilegal y los efectos sociales, políticos y económicos que este ataque ha supuesto. Detrás de esta triste llamada Conferencia de Donantes está la clara intención de recuperar, a cambio de petróleo iraquí, los dólares invertidos por Bush, Blair y otros colegas en este abominable negocio que es la guerra, y por alcance la fabricación de armamento con la bella y humana intención de usarlo o, mejor dicho, gastarlo matando, destruyendo o hiriendo a indefensos con la excusa de que éstos poseen armas de destrucción masiva .

Como estas tan justificadoras armas no han aparecido (no se preocupen, algún día se descubrirán milagrosamente) los belicosos dirigentes de EEUU, Reino Unido y España les comen el coco a propios y extraños con una nueva versión de agresión, la denominada guerra preventiva , con la que se puede atacar, agredir, matar, bombardear o encarcelar sin tener que justificar nada de nada.

La Conferencia de Donantes, como escaparate para justificar la injustificable guerra de Irak, hace un flaco favor a todo lo que mueva la ONU en pro de ayudas posteriores. No se puede justificar con una ayuda posterior un anterior ataque y un negocio vergonzoso. ¡Ah!, y los burros no vuelan, ¿o sí?

Mira que si el Papa, casi todo el mundo, Europa y la mayoría de España estaban equivocados y sí teníamos que ir a la guerra en vez de ser pacifistas. Y si lo del avión militar y el Prestige fue como dijo Trillo y Rajoy: niebla e hilillos de plastilina.

¡País que se presta a vergonzosos teatros y tratos!