Los vecinos del bloque número 128 de la avenida Dolores Ibárruri ya no saben qué hacer. Debido al mal estado del tejado del edificio llevan varios años sufriendo humedades y goteras, que incluso han abierto agujeros en los techos de algunas viviendas. Se trata de pisos sociales, por lo que las 12 familias inquilinas han pedido ya a la Junta de Extremadura en varias ocasiones que solucione el problema, pero aún siguen esperando.

Las lluvias de los últimos días han agravado las goteras que sufren cada invierno y provocado un agujero en el techo del salón de una vivienda, de forma que sus inquilinos se ven obligados a quitar y poner cubos de agua constantemente. Sin embargo, no es la primera vez que sucede: "Cada verano mi marido tiene que tapar con yeso el agujero, pero en cuanto empieza a llover vuelve a aparecer. No podemos estar así porque tenemos dos hijos pequeños de cuatro y cinco años y, como no hagan algo, algún día se les va a caer el techo encima cuando estén jugando".

Las que más sufren este problema son las viviendas del último piso, donde la humedad se concentra de tal forma que se forman charcos ante la puerta de la casa y en las escaleras, por lo que también se han visto obligados a poner cubos. En este sentido, advierten de que "la humedad está muy cerca del timbre de la puerta y algún día va a provocar un cortocircuito". Además, más de un niño se ha caído ya en las escaleras por la cantidad de agua acumulada.

Los vecinos dicen que la solución debe venir de la Junta porque "la humedad es culpa del mal estado de la cubierta ya que entre ella y nuestros techos está todo lleno de escombros y claro, no pueden frenar el agua". Los distintos presidentes de la comunidad de vecinos han enviado ya tres escritos a la administración regional y llamado en varias ocasiones por teléfono, pero hasta la fecha el problema no está solucionado: "Nos han dicho que vendrán a arreglarlo, pero seguimos esperando".