La Fiscalía de Badajoz ha solicitado 3 años, 7 meses y 15 días de prisión para el extrabajador del Centro de Discapacitados de Olivenza acusado de 26 delitos contra la intimidad con carácter continuado, por espiar y grabar al menos a 23 compañeras «desnudas o semidesnudas» en los aseos, donde instaló dos microcámaras, según el relato de los hechos del Ministerio público. Este caso será juzgago a partir del día 9 de octubre en el Penal 2 de Badajoz.

Los hechos ocurrieron entre el 16 de diciembre de 2008 y el 16 de diciembre de 2013. Una vez hechas las grabaciones, «transfería tanto a su ordenador portátil como al que tenía en su puesto de trabajo los vídeos con las imágenes obtenidas, almacenándolas en carpetas con los nombres de las respectivas afectadas, con el fin de obtener una satisfacción sexual con su visionado y sin que conste la difusión a terceros de dichas imágenes».

Así mismo, utilizó el mismo procedimiento, «en diversas fechas no concretadas, comprendidas en el mismo intervalo, y movido por la misma intencionalidad de grabar a mujeres en actos íntimos como cambiarse de ropa, ducharse o hacer sus necesidades». El acusado colocó también «cámaras de grabación ocultas en otros aseos y dependencias de su entorno familiar, tales como su propio domicilio, donde grabó igualmente a otras personas», según la Fiscalía.

Por estos hechos, diversas personas sufrieron trastorno adaptativo con episodios de ansiedad. Según informe del forense, «el acusado presenta alteraciones psicopatológicas encuadradas en los trastornos sexuales, y más concretamente dentro del voyeurismo, lo que afectaría a sus capacidades volitivas en relación con los hechos cometidos, estando las cognitivas en todo momento conservadas».