Alcaldesa por IU-Siex, nació en Cabeza la Vaca (1.440 habitantes) hace 49 años y entró en política "por el interés que siempre ha despertado en mí mi pueblo y las ganas de cambiar y de mejorar en lo posible los aspectos de la vida local".

--¿Qué balance hace de este tiempo al frente del ayuntamiento?

--Me engañaría y a todo el mundo si dijera que hago un balance positivo en la actual situación, cuando tanta gente lo está pasando tan mal. Cabeza la Vaca, como otros pueblos de Extremadura y de España, está sufriendo los estragos de esta tremenda crisis que parece no tener fin. Y como todos, estamos intentando sobrevivir a ella con grandes dificultades. En nuestro caso particular estamos haciendo un gran esfuerzo por mantener todos los puestos de trabajo, conservar e incluso aumentar los servicios públicos prestados desde el ayuntamiento e intentar cubrir las necesidades básicas de nuestros vecinos: la ayuda a domicilio, los pisos tutelados, la guardería, deportes, la biblioteca, la piscina y próximamente hemos pensado poner en marcha la sala de velatorios y un espacio de convivencia para la ciudadanía joven. Pese a todo eso yo no puedo decir que me sienta satisfecha porque el principal problema sigue latente, que se traduce en una gran bolsa de parados proveniente principalmente de la construcción y del sector servicios, que no logran ubicarse y que necesitan ser atendidos cada vez con más urgencia.

--¿Con qué situación económica se encontró y cómo está ahora?

--Lo menos que podemos decir es que era una situación desoladora. A los pocos días después de nuestra toma de posesión fuimos víctimas de un corte del suministro eléctrico en varias dependencia municipales por impago de facturas. Sólamente a la comercializadora eléctrica se le debían más de 50.000 euros y a los proveedores más de 350.000. La deuda total era equiparable a un ejercicio presupuestario: alrededor de un millón de euros. Y claro, en estas circunstancias resulta difícil poner en marcha proyectos políticos. Más aún cuando desde el Gobierno central nos ponen el tremendo corsé del cumplimiento del déficit, anteponiendo el pago de la deuda a la atención a las necesidades de los ciudadanos. En la actualidad nos encontramos con que nuestro ayuntamiento debe hacer frente a más necesidades con muchos menos recursos, al tiempo que debe atender al pago de la importante deuda que hemos heredado. Es una situación muy complicada de la que tardaremos en recuperarnos por lo menos los 9 años que restan para liquidar el presupuesto que hemos concertado para el pago a proveedores. En todo caso podemos afirmar que en la actualidad por lo menos la dramática situación está controlada.

--Un ayuntamiento gobernado por IU-Siex es una isla en el panorama político. ¿Les cuesta más relacionarse con otras administraciones?

--Indiscutiblemente llegar a las administraciones es muchísimo más difícil cuando se está en minoría como es nuestro caso. Pero la ventaja es que el Gobierno regional no se encuentra en mayoría absoluta y eso facilita mucho nuestro camino. Y por supuesto nuestros tres diputados en la Asamblea de Extremadura, que están llevando a cabo un gran trabajo del que nos estamos beneficiando no sólo los ayuntamientos gobernados por IU, sino toda la ciudadanía extremeña, independientemente de su signo político.

--¿Cómo son las relaciones con la oposición municipal?

--Me gustaría muchísimo decir que son cordiales. Pero yo creo que el PSOE local necesita más tiempo para asumir y aceptar la pérdida del poder absoluto que ha ostentado durante 24 años ininterrumpidos y un poco más de humildad para reconocer los errores que han cometido. Por mi parte y la de todos los miembros del actual gobierno, los brazos están abiertos y las manos tendidas.

--¿En un ayuntamiento se puede hacer política de izquierdas?

--Es difícil practicar políticas de izquierdas en una sociedad capitalista, donde el individualismo, la competitividad y el consumismo son los principales protagonistas. La aceptación de las políticas de izquierdas requiere de una gran dosis de solidaridad. Admitir que los que tienen más son los que deben soportar a los que menos tienen es un concepto de difícil aceptación, y mucho menos en nuestra economía depredadora. No obstante siempre es posible aplicar al menos principios de izquierdas en el ámbito local, con una fiscalidad justa en los impuestos municipales, manteniendo servicios públicos de calidad al alcance de todos y con unos gobernantes con principios de justicia y honradez.

--Celebraron hace un par de semanas la Feria de la Castaña, ya consolidada, ¿con qué resultados?

--Es una actividad que se concibió con la finalidad de promover el comercio local y promocionar nuestro pueblo desde el punto de vista turístico. Este año los dos objetivos han sido alcanzados con creces, porque la afluencia de público superó nuestras expectativas.

--Una peculiaridad de Cabeza la Vaca es su plaza de toros, en medio del pueblo. ¿Hay mucha afición taurina?--Sí, la afición viene de muy viejo y su mayor orgullo es la plaza de toros, que fue construida por los propios vecinos en el siglo XVIII en un terreno cedido también por una vecina. Tiene 2.300 metros cuadrados, de los que 1.200 son de ruedo y 2.000 localidades de aforo. Este año ha brillado con la celebración de una de las mejores novilladas con picadores de toda España, eso dicen los aficionados.--¿Celebran muchas corridas?--Es una lástima que nuestra plaza sólamente se puede abrir una vez al año, por los precios de los festejos, pero cuando se abre es una fiesta.--¿Han tenido que recortar en las fiestas?--Recortar no, racionalizar. Las actividades se han mantenido e incluso las hemos aumentado y las fiestas locales tradicionales se han intentado potenciar porque son un importante recurso con el que cuenta nuestra economía.

--¿Celebran muchas corridas?

--¿Han tenido que recortar en las fiestas?

--¿Se presentará a las próximas elecciones?