Encontraron en el bar que regenta en la localidad de Madroñera una bolsa con marihuana detrás de una nevera y una bolsa con hachís junto con unas anotaciones de venta debajo de un equipo de música, además de 20 papelinas de cocaína escondidas en su ropa interior. En total, 52,41 gramos de droga.

Ocurría la noche del 19 de noviembre del 2006 y ayer, en el juicio, Juan Diego R. D. manifestaba que el hachís y la marihuana que encontró la Guardia Civil no eran suyo, y que la cocaína era para su consumo "pues por aquel entonces yo consumía mucho, incluso hasta 5 gramos por noche en alguna ocasión".

Ante su declaración, contradictoria con las realizadas tras ser detenido tanto ante la Guardia Civil como posteriormente en el Juzgado de Instrucción, en las que reconoció haber vendido esa misma noche dos papelinas, el acusado lo justificó asegurando que declaró "bajo coacciones y un ataque de ansiedad". Afirmó que los agentes "me obligaron a decir que vendía droga si quería que me dieran las pastillas que tomaba por estar en tratamiento por ansiedad y depresión", y llegó incluso a acusarles de no leerle sus derechos, de no presentarle orden de registro y de agredirle y quitarle los pantalones y los calzoncillos a la fuerza. Su afirmación respecto a la agresión fue cuestionada por la fiscal que le preguntó: "Si le hubiesen agredido habría presentado lesiones, ¿por qué no fue así?", a lo que el acusado no respondió.

Todas sus afirmaciones, incluida su afirmación de que además del bar registraron la cocina y su vivienda, situada encima, "y lo dejaron todo destrozado", fueron desmentidas con rotundidad por los agentes que declararon en la vista. Así, el mando que organizó la operación "por tener sospechas de que en su bar se traficaba con drogas" y dentro, dijo, "de un amplio dispositivo, llevado a cabo en varios establecimientos, para erradicar puntos de venta de droga en la zona", aseguró que nadie utilizó la fuerza, "pues además él colaboró en todo momento con nosotros, sin poner resistencia alguna" y que fue él mismo quien "reconoció que vendía