Agentes de la Guardia Civil han localizado al cazador furtivo que colocó 22 cepos-trampas preparados para la captura de pájaros en una explotación de árboles frutales de Jaraíz de la Vera (Cáceres).

En la actuación, desarrollada por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Jarandilla de la Vera, junto con miembros de la Unidad de Seguridad Ciudadana de Jaraíz de la Vera, se localizaron, atrapados en ocho cepos, los cadáveres de cinco petirrojos, un mirlo y dos zorzales, explica la Guardia Civil.

Tras entrevistarse con el responsable de la propiedad y los datos obtenidos de la colaboración ciudadana, los agentes pudieron a identificar a un vecino de la localidad madrileña de Villaviciosa de Odón, como presunto responsable, en calidad de investigado, de un delito relativo a la protección de la flora y la fauna, por la captura indiscriminada de pájaros utilizando artes de caza prohibidos.

De las especies capturadas, la Guardia Civil destaca que el petirrojo y el mirlo son "tórdidos" incluidos en el Catálogo de Especies Amenazadas de Extremadura.

Una vez realizadas las diligencias correspondientes, fueron remitidas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Guardia de Navalmoral de la Mata (Cáceres), en el que quedaron a su disposición, los 22 cepos aprehendidos por los agentes.

El autor, quién reconoció ante la Guardia Civil la autoría de los hechos, podría enfrentarse, por un delito de caza previsto en el artículo 336 del Código Penal, a una pena de prisión de cuatro meses a dos años, multa de ocho a 24 meses e inhabilitación especial para el ejercicio de la caza de uno a tres años.