El tercer encierro matinal de las fiestas de San Buenaventura de Moraleja concluyó ayer sin incidentes. Los seis novillos de la ganadería de Hermanos Pérez Villena, acompañados de cuatro mansos, recorrieron la distancia de 960 metros que une los corrales de la calle Goya con la Plaza de los Toros, en un minuto y cincuenta segundos. Se trata del encierro más largo de las fiestas hasta el momento y se desarrolló con absoluta normalidad. No obstante, y al igual que ocurriera con los astados de Mercedes Pérez Tabernero, uno de los novillos tropezó en la pronunciada curva de la plaza de Colón, afortunadamente, sin incidentes que lamentar. A la altura de la avenida Virgen de la Vega la manada se dividió en dos y fueron los mansos del ganadero Enrique Serrano los que se encargaron de guiar al resto de las reses hasta los chiqueros de la Plaza de los Toros, donde posteriormente se dio suelta a una vaquilla para disfrute de la afición.

En cuanto a la corrida de rejones prevista para hoy, Joao Moura hijo ha cancelado su presencia en Moraleja por una lesión ósea, tal y como figura en el parte médico que el representante del rejoneador luso ha presentado en el ayuntamiento. En su lugar, saldrá al ruedo el vallisoletano Sergio Vegas junto a Manuel Cordero de Coria del Río.