Desde hoy y hasta el próximo domingo cerca de medio centenar de escritores harán presentaciones y participarán en la VIII Feria del Libro de Trujillo. El pregón correrá a cargo del escritor y expolítico Manuel Pimentel, que hablará sobre Cómo hablar bien en público para conseguir lo que deseas, su última obra, con la que pone de manifiesto la importancia de la oratoria para alcanzar objetivos con el uso de la palabra. Será a las 20.30 horas, precedido este acto de talleres de animación a la lectura dirigidos a los estudiantes, principalmente, aunque puede acudir el público en general y las presentaciones de varios autores. Algunos son Víctor Manuel Andrada, Vicente Rodríguez Lázaro, José Antonio Ramos Rubio, Edurne Uriarte, Paco Sánchez y Caridad Jiménez.

También estará en la feria la poetisa Isabel Blanco Ollero (San Sebastián, 1958) , que presentará su nuevo libro Brigid o el fuego de la transformación, de ediciones Torremozas, el próximo sábado.

CÁCERES/ Residente en Pamplona y de padres extremeños, Blanco Ollero, que ha sido relaciones públicas y presentadora de la Feria del Libro de Trujillo en ediciones anteriores, presentará el mismo libro en Cáceres. Será este viernes, a las 19.30 horas, en el palacio de la Isla, y estará acompañada por Víctor M. Jiménez. Sublimar el lenguaje con el uso adecuado de símbolos, metáforas, y una lingüística estudiada es, según los críticos, lo que encontramos en este libro, en el que además se aúna semántica y afectividad, en un trabajo poético que ofrece el resultado de una obra artística atemporal. Dividido en cuatro capítulos: Paisajes de la furia y del dolor, El amor nos defiende, Con la impaciencia de un águila salvaje y Algunos días, la temática social y de igualdad, así como el análisis del tiempo existencial en la poesía amorosa se van desgranando en cada renglón de Blanco. Y lo hace con un denominador común que son la polifonía y el uso de imágenes, así como de anáforas y metáforas ya presentes en sus anteriores libros.

La escritora opina que la forma de cuanto se dice o escribe es tan importante como el sentido o el mensaje, de ahí que trate en sus páginas de despertar los sentidos mediante las palabras y la creación de belleza en el lenguaje. Destacar en la obra el diálogo permanente entre el «yo poético» y «yo lírico» donde, según compara, «como en el respirar, la escritura permite el paso del aire hacia dentro y hacia fuera de su casa, lo que va definiendo un límite, una frontera, una tensión donde puede vivir el poema».