Huertas de Ánimas vive hoy uno de los días más tristes y extraños de este atípico año marcado por el coronavirus y sus restricciones. Un fin de semana en el que los recuerdos de fiestas pasadas se mezclan con la responsabilidad y prudencia exigidas en estos tiempos de pandemia.

«Este año tiene que ser así», repite día tras día, en la novena, el párroco de la localidad, José Blanco, que junto a la hermandad de la Virgen del Rosario, ha intentado adaptar el desarrollo de los actos religiosos a la situación actual.

Hasta hoy, los vecinos se han acercado a la iglesia, que ha reducido su aforo habitual, de manera comedida, manteniendo las distancias de seguridad en los bancos, para tres personas y usando la mascarilla obligatoria.

Antonio Risco, presidente de la hermandad, confiesa que las decisiones relacionadas con las celebraciones de estos días, «han sido complicadas», aunque se siente satisfecho, junto con sus compañeros de que «los huerteños estén respondiendo con cautela».

Esta mañana, cuando los cabezudos deberían estar recorriendo las calles, llenas de caramelos, música de charanga, mayores y niños, la Virgen intenta consolar a los vecinos desde el centro del templo, donde se la puede contemplar y rezar de frente, aunque evitando tocar el manto, una costumbre extendida que también se ha restringido este año.

Mañana, a falta de poder celebrar la procesión, la hermandad y Blanco han decidido sacar a la patrona al atrio, lleno de sillas, para celebrar el último día de novena, pujar los banzos y acceder al interior, donde se llevará a cabo la misa mayor y el canto de la salve.

Los sanitarios piden responsabilidad

Los sanitarios piden responsabilidadPor su parte, los sanitarios de la localidad han pedido responsabilidad y prudencia a los vecinos en estos días, en los que habitualmente se reúnen pandillas de amigos y peñas que tienen asumidas las fiestas patronales como una cita ineludible.

De esta manera y con el objetivo de no tener que lamentar un aumento de contagios en los próximos días, el equipo ha compartido a través de redes sociales un escrito, que se podía ver en el consultorio y que estaba dirigido, sobre todo, a los jóvenes.

«Creemos que la responsabilidad individual es la clave para evitar que tras estas fechas nos veamos ante una situación comprometida, sanitariamente hablando, en nuestro pueblo», señalan y añaden que «no podemos olvidar que la mayor parte de los vecinos son personas mayores».

Del mismo modo, José Antonio Redondo, alcalde de Trujillo, ha solicitado lo mismo en su última comparecencia, donde ha instado a los vecinos de Huertas a vivir las fiestas «con intensidad, pero desde el sentimiento».