El verano es caluroso y suficientemente largo para que llegue un cierto hastío. Con el fin de afrontar ambas situaciones, un grupo de jóvenes de Arroyo de la Luz ha organizado por segundo año consecutivo su peculiar encuentro de barcas, que ha tenido como escenario las aguas del río Pontones. Esta cita, celebrada el pasado sábado, permite que cada joven desarrolle su imaginación y aplique sus ideas más creativas.

Alambres, bidones de plástico vacíos, tablas de madera y cartones, todo ello cubierto con una capa de pintura, son los elementos que los participantes utilizan para elaborar sus barcas. "La mayoría somos albañiles y aprovechamos los materiales de obra que podemos para construir nuestros diseños", comenta Francisco Javier Salomón, uno de los participantes y principales promotores de este espectáculo.

No obstante, a la hora de recabar materia prima hay quien también recurre al bolsillo y se gasta algunos euros para comprar aquellos elementos que no ha podido encontrar ni en obras ni en escombreras.

Entre amigos

Este entretenimiento comenzó el año pasado con unas simples colchonetas, a raíz del cumpleaños de uno de los miembros de La Bandina, una peña de amigos de Arroyo de la Luz. "Comenzamos para pasar el rato en el río Pontones y la idea gustó bastante", recuerda Salomón, quien reconoce que se ha sorprendido del gran número de espectadores que este año han acudido a presenciar el nuevo encuentro.

En esta segunda edición el número de aficionados ha sido notablemente mayor, y muchos han querido ser testigos de cómo logran navegar barcas convertidas en naves vikingas, hidroaviones, islas desiertas y hasta una sandalia gigante. La construcción de las barcas no es nada fácil. De hecho, numerosos participantes tienen que dedicar todas sus horas libres a este empeño quince días antes del encuentro, para preparar el diseño y recoger los materiales que darán forma a las barcas.

"Este año --asegura Francisco Javier Salomón--, ha quedado claro el empeño que han puesto los participantes a la hora de crear sus prototipos, ya que algunas barcas han desbordado realmente la imaginación".

Conciertos de aderezo

El gran interés que ha suscitado el encuentro de barcas en el río de Arroyo de la Luz, que ha logrado congregar a un centenar de personas, ha motivado que los jóvenes hayan ofrecido otras actuaciones alternativas para divertirse durante todo el día. De hecho, durante la jornada actuaron los grupos de música Cross and Head, de Cáceres, y Graka, de Arroyo de la Luz. La diversión, ya fuera del agua, acabó de madrugada.

Javier Lozano, otro de los participantes, ha colaborado este año en la construcción del barco de los vikingos. "El objetivo principal es divertirse y así lo hemos hecho", reconoce este joven, que no dudará al igual que el resto en volver el año que viene. Los organizadores aseguran que no pretenden convertir este evento "en el festival de Benicassim", sólo "en un encuentro de amigos".