Jarramplas, mítico personaje que representa el mal, soportará este año una lluvia de 18.000 kilos de nabos, una cifra menor a la de 2015, cuando alcanzó el récord de 24.000 kilos, en esta tradicional fiesta de la localidad cacereña de Piornal (Cáceres), que el año pasado estrenó su declaración como fiesta de interés turístico nacional.

De hecho, 2015 no parece haber sido un buen año para esta hortaliza en La Vera, puesto que de los 18.000 kilos de nabos ya preparados, 9.000 proceden de Jarandilla de la Vera, y el resto de un municipio segoviano al que ha habido que recurrir en esta ocasión.

Los datos del festejo los ha aportado hoy el alcalde piornalego, Ernesto Agudíez, en una rueda de prensa junto a la presidenta de la Diputación de Cáceres, Rosario Cordero, y uno de los Jarramplas de este año, que ha recorrido el casco histórico de Cáceres con la vestimenta habitual.

Para el alcalde de Piornal, es un "orgullo" que hayan reconocido Jarramplas como una de las fiestas más importantes de España, ya que significa mucha más promoción y publicidad, con beneficios para el sector turístico y el sector alimentario, con productos como las cerezas, castañas o embutidos.

La fiesta de Jarramplas se centra en las tradiciones en honor a San Sebastián y se desarrolla en las calles del pueblo, basado en la salida de la figura mítica de Jarramplas, un ser demoníaco con un traje multicolor y un gran casco cónico de grandes cuernos y crines de caballo, que sale tocando el tamboril y al que los piornalegos arrojan cada año toneladas de nabos.

El Jarramplas cada año está encarnado por diferentes personas -que realizarán un total de cinco salidas los días 19 y 20 de enero-, que o bien por promesa o bien por tradición se ofrecen a portar el traje de colores. De momento, la lista está completa hasta el año 2032.

El traje, la armadura y la máscara que vestirá el Jarramplas de este año ya está confeccionado para protagonizar esta arraigada fiesta cuyo portador será Armando Vicente, el único Jarramplas que recorrerá las calles el 20 de enero.

"Hace 10 años que lleva esperando este día para seguir la tradición que lleva en la sangre. Abuelos, padre, hermanos, también fueron Jarramplas. No en vano, el motivo con el que ha sido decorada su máscara es el mismo que utilizó su antecesor en el año 1985", ha explicado Agudíez.

"Es un orgullo después de tantos años esperando. Es un sentimiento que lo llena todo y que cala muy profundo", en palabras de Armando Vicente.

"Físicamente me he preparado un poco, pero lo más importante es la preparación psicológica. Es una gran responsabilidad", ha confesado .

El momento de mayor espectacularidad, ha manifestado Agudíez, es cuando sale de la misa (La Alborá), se cierra la puerta de la iglesia y comienza todo el pueblo y visitantes a lanzar los nabos.

Por último, el regidor piornalego ha precisado que la inauguración del Museo de Jarramplas se llevará a cabo el próximo 18 de enero, prólogo de las celebraciones en torno al personaje.