La niebla cubrió ayer los parajes de Belvís de Monroy. La silueta del convento de San Francisco del Berrocal y de la ermita del mismo nombre apenas se vislumbraban entre el espesor que presentaba. El ambiente aportaba así un misticismo evocador a la celebración del V Centenario de la fundación del convento, del que salieron los doce apóstoles de México. La figura de estos hombres, que partieron hacia el Nuevo Mundo en 1523, fue resaltada entre los muros restaurados de lo que fue su casa.

El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se refirió a ellos en término de valores tales como el tiempo, la palabra o el compromiso. Y es que, según dijo, gracias a ellos "se labraron las bases del espacio iberoamericano que compartimos hoy". Con Fray Martín de Valencia al frente, los franciscanos "hicieron su trabajo con respeto por lo que allí había", añadió Vara. En un tono similar se expresó Salustiano Martín, alcalde de Belvís de Monroy. "Se acercaron a los vencidos y buscaron que españoles e indios pudieran vivir juntos. Lucharon por los derechos de los indios", apuntó.

Un trabajo cuyo valor histórico también fue recordado. De hecho, el acto de ayer tuvo para Vara un valor de "recuerdo de una parte importante de la historia sin la que no podríamos entendernos a nosotros mismos. Tenemos una historia riquísima".

Antes de los discursos, y del paseo hasta llegar al paraje donde se enclava el convento, construido gracias a la donación de un solar por Francisco de Monroy y Zúñiga, se inauguró un monolito conmemorativo. "Representa la austeridad y sencillez franciscana, además de la robustez para desarrollar su labor en América", apuntó el alcalde de Belvís.