NACIO EN HUESCA, EN 1977, AUNQUE SE TRASLADO CON SUS PADRES A TRUJILLO CUANDO TENIA DOS AÑOS

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EN LA TELE ENTRO EN GRAN HERMANO POR SORTEO. TRAS UNA CONFUSION INICIAL LLEGO A LA CASA EL 10 DE SEPTIEMBRE

Tras su paso por el programa de Tele 5 Gran Hermano y permanecer recluida en un hotel todo un fin de semana, la primera concursante expulsada de la casa de Guadalix de la Sierra, la trujillana Laura Sevillano, volvió el lunes a Trujillo, a su verdadera casa para reencontrarse con su familia y sus amigos.

--¿Cómo ha sido su paso por el programa?

--Ha sido una experiencia única, inolvidable. Eso sí, al principio me sentí rechazada porque los concursantes no se creían que había entrado por un sorteo. Pero después de unos días de adaptación, todo fue bien.

--¿En algún momento se pudo olvidar de las cámaras?

--En la casa hay cámaras y micrófonos por todos los sitios, incluso, en el cuarto de baño y en la ducha, por eso es imposible olvidarse de esta situación.

--¿Cómo se vive encerrada en una casa sin saber nada del exterior y de la gente que la quiere?

--Una de las cosas que provoca es que pierdes el concepto del tiempo. Cuando estaba allí pensaba que llevaba en la casa un mes y, sin embargo, estuve once días. Dentro los sentimientos también se multiplican, sobre todo, los jueves cuando me imaginaba que podían estar mi novio, mi familia y mis amigos en el plató apoyándome.

--¿Qué ha sido lo mejor de su paso por la casa de Guadalix de la Sierra?

--Los amigos que he hecho porque en este programa también hay personas normales, lo que pasa es que tienen un caracter fuerte.

--Y ¿a partir de ahora?

--Tengo que cumplir algunas obligaciones como estar todos los jueves en el plató del programa o asistir a inauguraciones como, por ejemplo, el próximo sábado, que tengo que irme a Valencia para inaugurar una discoteca.