Un año más Monroy celebra, dentro de la Semana Cultural, su mercado medieval. A primeras horas de la tarde, la plaza, con su castillo medieval como fondo del gran espectáculo que se prepara, comenzará a llenarse del bullicio de sus gentes y se levantarán los primeros puestos y las actividades más genuinas. Allí, en diferentes rincones de la plaza, será posible ver los puestos más diversos; se ha preparado todo lo necesario para que los niños, jóvenes y menos jóvenes puedan disfrutar de las diferentes actividades.

Los niños, como en años anteriores se acercarán a los diferentes animales para acariciar su pelo, apreciar su plumaje o llevarse un pollito a casa. Como es natural en un pueblo ganadero no podían faltar los diferentes animales como cerdos, chotinos, gallinas, conejos y pollos.

En otro rincón apreciaremos a las lavanderas de otros tiempos con sus utensilios correspondientes lavando la ropa y secándola en los leños. El burro, ese animal tan querido por todos, será la atracción de los niños pues además de transportar la ropa oficiará de taxi para el regocijo de los pequeños. Como ocurría en la Edad Media, los puestos de chacina, dulces, baratijas, pulseras, anillos y libros estarán a disposición del público tanto forastero como local.