El refugio de animales Turgalium sigue reclamando, tras más de dos años, las mejoras necesarias para sus instalaciones, situadas en el polígono industrial Arroyo Caballo. Según Mario Gilabert, uno de sus responsables, actualmente, el refugio acoge a 40 perros y a 16 gatos, «a pesar de que no cuenta con las condiciones necesarias para ofrecer un servicio óptimo».

El espacio está dotado de doce cheniles en los que conviven los cuarenta canes. «Sería necesaria la instalación de, al menos, diez más para evitar el hacinamiento de los animales en espacios tan reducidos», aduce Gilabert, que también avanza que el colectivo se reunirá en los próximos días con los concejales de Obras y de Medioambiente con el objetivo de dar solución a los problemas más urgentes del recinto.

Además de la creación de estos cheniles, la entidad solicita con premura la instalación de suministro eléctrico en el espacio, ya que «cuando llega el invierno, el trabajo en el refugio se complica y la luz es necesaria para su mantenimiento». Del mismo modo, reiteran la petición de la reparación del desagüe, cuestión que el grupo considera «indispensable».

Por otra parte, la asociación ha gestionado la instalación de bebederos automáticos por valor de 600 euros. «Esta acción ha podido realizarse gracias a la aportación económica de particulares o de entidades privadas que colaboran con nosotros», resalta. «No obstante, esperamos contar pronto con parte de la cuantía derivada del convenio de colaboración firmado con el ayuntamiento, que asciende a 6.000 euros anuales que se destinan a pienso, vacunas o microchips».

El representante del colectivo también ha manifestado la posibilidad de solicitar al consistorio una ayuda extra para llevar a cabo el método CES (captura, esterilización y suelta), que consiste en atrapar a colonias de gatos callejeros para esterilizarlos y devolverlos a su territorio. «Este tipo de campañas son necesarias para el control de camadas no deseadas, pero conllevan un coste veterinario del que el refugio tiene que hacerse cargo», señaló.

Cabe destacar que en lo que va de año el refugio ha registrado menos abandonos respecto al 2018, en el que se acogieron 45 perros. Aun así, siguen existiendo casos de irresponsabilidad. «Hace poco nos dejaron en la puerta del refugio una caja con 16 gatos que afortunadamente, conseguimos dar en adopción», resalta. Por eso, Gilabert considera necesaria una labor de «concienciación y sensibilización», para que cada vez sean menos frecuentes este tipo de sucesos.

Desde enero, la asociación ha rescatado a doce perros y ha gestionado la adopción de diez. En el caso de los gatos, la entidad ha encontrado hogar para una veintena. Además de la tarea que desarrollan en la ciudad, el colectivo también responde a las necesidades de una decena de municipios cercanos.