Los acehucheños volvieron ayer a mostrar la gran devoción que profesan a su patrón, San Sebastián, en unas fiestas en las que algo más de 50 carantoñas --hombres disfrazados con pieles de animales- se convirtieron una vez más en el gran atractivo para los ojos del numeroso público que llenó las calles en una jornada animada por el sol, aunque entre un fuerte viento y frío. Los asistentes vieron in situ unas fiestas con casi 2.000 años de historia, declaradas de Interés Turístico Regional en 1987 y que ahora esperan lograr la categoría de Interés Turístico Nacional, reto para el que el ayuntamiento ya ha presentado toda la documentación requerida.

Mientras tanto, ayer domingo el pueblo, que roza el millar de habitantes, volvió al completo a exhibir su fe por el santo durante una intensa jornada que comenzó a primera hora de la mañana con el tamboril y la alborá y que atrajo a numerosas personas que se congregaron en este pueblo del Valle del Alagón. Las Carantoñas, con sus cabezas cubiertas con una máscara de pieles y frutos, salieron a las calles portando en sus manos un ramo seco de olivo para espantar a quien se acercaba al Santo. Uno de los protagonistas en el día de ayer fue Félix Hernández, que fue el encargado de echar la Loa al ser uno de los mayordomos, junto con un grupo de 24 amigos. «El año pasado decidimos que queríamos en este año servir al santo y así lo hacemos», comentó este acehucheño que, instantes antes de echar la Loa, confesó que estaba viviendo «un momento muy especial, muy emotivo y que me cuesta describir con palabras», dijo. Durante su alabanza, Félix dedicó palabras de agradecimiento al santo, además de dirigir otros sentimientos también emotivos dedicados a sus amigos y a sus paisanos. Se da la circunstancia además de que la madre de Félix fue mayordoma de San Sebastián hace cinco años.

El día de ayer, para Félix y su grupo de amigos fue el colofón de varias semanas de trabajo que como mayordomos conlleva unos preparativos para estos días como son los adornos florales del santo en la iglesia y el convite para el pueblo que consta de numerosos dulces -floretas, buñuelos y perrunillas-. «Hemos hecho muchas cantidades para ofrecer a toda la gente», comentó Félix que confesó que cada año vive la fiesta con mucha emoción, aunque reconoció que este año «he tenido un sentir especial». Una jornada a la que se suman otros protagonistas como los tiraores y las regaoras que agasajan al santo con confeti, así como la vaca-tora. Hoy lunes habrá actos similares y la familia Nolasco Montero echará la Loa al ejercer la mayordomía.